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Termina el Sínodo de la Amazonía dejando las grandes decisiones en manos del Papa

ROMA (Crux) — En los meses previos al Sínodo de los Obispos para la Amazonía, se especuló sobre si la cumbre propondría o no la ordenación al sacerdocio de hombres casados, los llamados viri probati, como solución a la escasez de sacerdotes en esa región.

También se habló bastante sobre la ordenación de mujeres al diaconado como una forma de reconocer el importante papel que juegan las mujeres en la Iglesia, así como de crear un “rito amazónico” especial de la Misa en reconocimiento de la dignidad de las culturas indígenas. Las tres ideas generaron entusiasmo pero también rechazo, y devinieron en símbolos de la importancia de la cumbre.

Si el resultado de la reunión se juzga a partir de el tratamiento de esos temas, habría que decir que sínodo amazónico ha dejado un montón de decisiones clave en manos del papa Francisco.

En el documento final del sínodo publicado el sábado en la noche, hora de Roma, los 184 miembros con derecho a voto, en su mayoría obispos de los nueve países que comparten la selva amazónica, parece ofrecer una aprobación cautelosa de las tres ideas: sacerdotes casados, mujeres diáconos y un rito amazónico, pero con énfasis en la “cautela”.

En cierta medida, el resultado es anticlimático, ya que el propio Papa concluyó el sínodo insistiendo en que sería un error centrarse en los debates internos de la Iglesia, y que el énfasis debería estar en el destino de la propia Amazonía.

Sobre el tema de la ordenación de hombres casados, el sínodo dio el visto bueno, pero sin unanimidad.

“Proponemos establecer criterios y disposiciones de parte de la autoridad competente, en el marco de la Lumen Gentium 26, de ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica”, decía el documento final.

Ese párrafo, sin embargo, fue aprobado con 128 votos a favor y 41 en contra, el mayor número de votos negativos que recibiera un párrafo del documento.

Además, había una cláusula importante en la línea final de la sección: “A este respecto, algunos se pronunciaron por un abordaje universal del tema”, decía el documento.

Probablemente, esa cláusula reflejó un argumento de algunos participantes dentro y fuera del sínodo de que una decisión sobre una disciplina de toda la Iglesia latina, es decir, del catolicismo, con excepción de las 23 iglesias del rito oriental en comunión con Roma, no podría ser tomada por un sínodo centrado solamente en una región del mundo.

En general, los votos en contra de las secciones del documento final en general se mantuvieron por debajo de diez. El mayor número de votos negativos, después del párrafo sobre la ordenación de hombres casados, los recibió la sección 30, que trata del diaconado femenino.

“En un alto número de dichas consultas, se solicitó el diaconado permanente para la mujer”, dice el documento, en referencia a los aportes recopilados durante los dos años previos al sínodo del Amazonas.

“Por esta razón el tema estuvo también muy presente en el Sínodo. Ya en 2016, el Papa Francisco había creado una “Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres” que, como Comisión, llegó a un resultado parcial sobre cómo era la realidad del diaconado de las mujeres en los primeros siglos de la Iglesia y sus implicaciones hoy.”

“Por lo tanto, nos gustaría compartir nuestras experiencias y reflexiones con la Comisión y esperamos sus resultados”, se afirma en el documento.

Ciertamente, no es la declaración de apoyo a la idea del diaconado femenino que muchos esperaban.

Sobre la idea de un rito amazónico, el sínodo una vez más quedó indeciso.

Tras haber pedido un “nuevo organismo” de la Iglesia en la Amazonía, una especie de estructura sinodal regional, el documento final pide que ese organismo constituya “una comisión competente para estudiar y dialogar, según usos y costumbres de los pueblos ancestrales, la elaboración de un rito amazónico”.

” Esto se sumaría a los ritos ya presentes en la Iglesia, enriqueciendo la obra de evangelización, la capacidad de expresar la fe en una cultura propia y el sentido de descentralización y de colegialidad que puede expresar la catolicidad de la Iglesia”, se dice en el documento. “También podría estudiar y proponer cómo enriquecer ritos eclesiales con el modo en que estos pueblos cuidan su territorio y se relacionan con sus aguas”.

Si bien ese lenguaje es claramente favorable a la idea de fomentar un rito amazónico, lo único que se pide en el documento es crear un organismo para estudiar la idea, no una votación para aprobar o no dicho rito. Aun así, la propuesta recibió 29 votos negativos.

Un párrafo anterior, que en el que se establecía un paralelo entre la idea de un rito amazónico y los 23 ritos orientales existentes en la Iglesia Católica, también recibió 27 votos negativos

La conclusión, por lo tanto, es que respecto las tres ideas más controvertidas de este sínodo, los padres sinodales han indicado que se deben seguir estudiando o recomendaron su implementación al papa, pero con significativas reservas.

En conclusión, el Sínodo de los Obispos para la Amazonía ha cumplido su función consultiva, proporcionando al Papa Francisco una radiografía de lo que piensa este grupo particular de prelados de la región amazónica.

Como siempre, las decisiones quedan en manos del Sumo Pontífice, y cualquiera sean las decisiones que el Papa finalmente tome, será difícil establecer una relación clara y directa entre las conclusiones de este sínodo y lo que el Papa decida después.