Para rematar las crónicas del mes, el presidente volvió a ponerse ante un micrófono en el Centro de Convenciones de Phoenix, Arizona, para afirmar ante cientos de sus simpatizantes que “el muro con México es absolutamente necesario para asegurar las fronteras”.
Trump aseguró que de ser necesario, paralizaría el gobierno si los legisladores no aprobaban los fondos, insistiendo en su promesa de campaña de construir el muro con México que según él, “se hará sea como sea”. “No creo que sea necesario paralizar el gobierno y no creo que la mayoría de la gente quiera ver un gobierno paralizado, incluyéndonos a nosotros”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan en un foro televisado por la cadena CNN.
Trump volvió a dejar a un lado el Teleprompter en Phoenix se dirigió al público como si estuviera en plena campaña política para dejar entrever que el controversial alguacil Joe Arpaio seria perdonado. “¿Les gusta el sheriff Joe? ¿Fue condenado por hacer su trabajo?”, preguntó Trump al público que gritó en jubilo ante la insinuación del presidente de indultar a Arpaio quien fue encontrado culpable de desacato por los tribunales al desobedecer la orden de un juez de que detuviera las detenciones de inmigrantes por su color de piel.
“Voy a hacer una predicción”, dijo Trump. “Joe va a estar bien. No lo haré hoy porque no quiero generar ninguna controversia. ¿De acuerdo? Pero el sheriff Joe se puede sentir bien”, añadió sin aclarar si habrá indulto o no.
Horas antes del evento, Trump había recorrido la frontera en Yuma y escuchado a agentes de la patrulla fronteriza hablar de problemas que aseguran enfrentar cada día para combatir la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y las bandas de narcotraficantes.
El país, según los sondeos realizados después de todos estos hechos, se encuentra dividido. Una encuesta realizada por la Universidad de Quinnipiac, en Connecticut, mostró que más de la mitad de los votantes estadounidenses considera que Trump está dividiendo al país con su retórica y su comportamiento.
Detalló el sondeo que el 62 por ciento de los votantes creía que Trump tiene una actitud divisoria, mientras que sólo el 31 por ciento de los encuestados consideraba que el presidente se esforzaba por unir al país, que significa que en proporción de dos a uno, la población estadounidense opina que el presidente actúa como un factor de división.
