Columna del Obispo

Un crimen atroz contra el que permanecemos vigilantes

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS EN CRISTO:

Como Obispo de la Diócesis de Brooklyn, una de mis responsabilidades más importantes ha sido, y sigue siendo, abordar el dolor causado por el abuso sexual de menores por parte de miembros del clero en Brooklyn y Queens. Como sabemos, el abuso sexual es un problema vergonzoso y destructivo que se encuentra en todos los ambientes de la sociedad, sin embargo, es especialmente grave cuando ocurre dentro de la Iglesia y tal abuso no puede ser tolerado. Estamos profundamente comprometidos a proporcionar entornos seguros para todos nuestros fieles, especialmente a los menores de edad y adultos vulnerables, así como a brindar consejería y asistencia a víctimas y sobrevivientes de abusos.

Uno de los primeras medidas que tomé para abordar este problema fue el establecimiento de una línea de denuncia gratuita e independiente a principios de 2004, poco después de llegar como Obispo de Brooklyn. El número es 1-888-634-4499. Se recomienda encarecidamente a cualquier persona que tenga un reclamo de abuso sexual contra un miembro del clero, empleado diocesano o voluntario de la parroquia que se comunique con las autoridades o llame a esta línea de denuncia. Una vez que se realiza una llamada a la Línea de Denuncias, se genera un informe, elaborado por personal que no está asociado a la Diócesis de Brooklyn, y se envía a la oficina del Fiscal de Distrito correspondiente en Brooklyn o Queens, así como a mis delegados, que están encargados de estos asuntos. Si, por cualquier motivo, la oficina del Fiscal del Distrito decide no tomar medidas respecto a la queja, esa queja se remite a la Junta de Revisión Diocesana, cuando la queja se refiere a un miembro del clero. Si la Junta de Revisión, que está compuesta por ex oficiales policiales, abogados con experiencia en derecho de familia y abuso infantil, profesionales de la salud, profesionales de la salud mental y un pastor, consideran que la reclamación es creíble, se envía al Vaticano para que este clérigo sea apartado permanentemente del ministerio público. (La definición de creíble significa que los funcionarios diocesanos determinan que las acusaciones pueden ser ciertas).

En un esfuerzo por llegar a la mayor cantidad de víctimas posible, en 2017 la Diócesis de Brooklyn inició un Programa de Reconciliación y Compensación Independiente (IRCP), administrado por el Sr. Kenneth Feinberg y Asociados. Este programa constaba de dos fases. La primera fase incluyó a todas las víctimas que conocíamos antes del anuncio del IRCP. La segunda fase estuvo dirigida a aquellos que hicieron sus reclamaciones a través del programa de compensación. A medida que el programa llega a su finalización, una evaluación de los datos obtenidos a través de él indicó que antes de 2002 conocíamos aproximadamente el 14 por ciento de los casos de abuso reportados. Entre 2002 y el lanzamiento del programa supimos de un gran número de casos, pero a partir del lanzamiento del IRCP es que hemos recibido la mayor cantidad de denuncias. La siguiente tabla ilustra este importante dato. Paralelamente a cualquier proceso legal, continuaremos asistiendo a las víctimas de abuso que aparezcan y mantendremos un programa de compensación privado para aquellos que deseen participar.

Este otoño pasado realicé cuatro reuniones regionales con laicos de la Diócesis en Brooklyn y Queens para hablar sobre la crisis de abuso sexual del clero y nuestra respuesta a la misma, que incluye el importante trabajo de la Oficina de Asistencia a las Víctimas, así como el Oficina de Ambiente Seguro. Estas reuniones brindaron una oportunidad importante para una discusión franca sobre este tema. En nuestro compromiso continuo con una mayor transparencia, informé a los participantes que iba a publicar los nombres de todos los miembros del clero contra quienes se habían producido denuncias creíbles de abuso sexual de menores. Hoy, esa lista se puede encontrar en nuestro sitio web diocesano (dioceseofbrooklyn.org). Las personas que aparecen relacionadas en esta lista han admitido haber tenido una conducta sexual inapropiada con un menor de edad, o se han presentado denuncias en su contra que han sido consideradas creíbles por la Junta de Revisión Diocesana, o por medio del proceso IRCP. El porcentaje de personas en la lista que han fallecido es de aproximadamente el 60 por ciento.

Espero que la publicación de esta lista sea de alguna ayuda para aquellos que todavía enfrentan el difícil proceso de curación, y que aliente a otras víctimas a presentarse. El abuso sexual es un crimen atroz y pecaminoso, y nosotros estamos comprometidos a permanecer vigilantes contra tales abusos en nuestra diócesis.

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