La pandemia actual de Covid_19, puso de manifiesto de manera práctica y contundente la globalización, esto es evidente, la peste no reconoce fronteras ni límites, ni culturas, ni regiones, superó todas las barreras, incluso en una metáfora comparativa unió al mundo de manera más contundente que la economía y la propia tecnología dejando el camino abierto para una metamorfosis geopolítica, social y religiosa.
Estamos ante un verdadero fenómeno biológico de dimensiones colosales no sólo por lo que supone su naturaleza como bacteria sino por las consecuencias que producirá. El covid_19 no nos dejará igual, aquí hay una metamorfosis geopolítica de envergadura y valga poner el ejemplo de la licuación de la Unión Europea frente a la crisis. Está casi totalmente desaparecida o no tenida en cuenta. Será igual la UE después de esto?.
En oposición a esa unión del mundo invadido por un mismo mal, se gesta una metamorfosis social entre las naciones porque se evidencia un cierre: ¿ estaremos ante un nuevo orden mundial que presuponga la existencia de ciudades estados totalmente ajenas una de las otras?. Esta es una cuestión abierta
La línea de comportamiento de los países ha puesto de manifiesto que cada uno pone sus intereses por sobre los otros, evidenciado a través de las prudencias políticas de sus líderes o las locuras de otros. Cerrar fronteras, clausurar viajes, dejar varados a viajeros, crisis económicas graves, la falta de solidaridad de las naciones, etc. Todo tendrá sus repercusiones a futuro.
Una metamorfosis religiosa: el tema de Dios también entra en juego, la pregunta de fondo es qué lugar le damos a la Fe o tiene la Fe en medio de esta crisis, ¿están religiones a la altura de estas circunstancias? No se trata solo de las acciones solidarias que podamos y deberemos hacer a futuro. Tal vez hemos licuado a Dios para hacer un viraje solo al hombre y cuando vienen estas crisis nos damos cuenta de semejante olvido. En última se trata de la evidencia del lugar que tiene Dios y/o la fe en la cultura de hoy. Los credos, en sus representantes, también deben preguntarse sino tienen Covid_19 en el modo de invitar a vivir la fe. La Iglesia también sufrirá cambios.
En la metamorfosis de la religión, un tema de gran importancia es el lugar del culto cerrado y el uso de la tecnología. Esta situación marca un gran cambio, pues la iglesia además de ser el ámbito de la fe es un símbolo cultural muy importante. El gran riesgo es que ante la falta de su presencia viva, incluso en la dimensión cultural, la fe, se abandone, la creencia se pierda y el dogma quede relegado en los grupos que profesan una cosmovisión profunda; el riesgo es que la religión se transforme en una práctica subjetivista, basada en las emociones y no en la “Verdad”.
En el fondo, hoy estamos ante una gran metamorfosis, debemos esperar y ser conscientes que nos debe interpelar la realidad desde la perspectiva de la fe y no abandonarnos a la incertidumbre.
Repitamos, ante la angustia de la incertidumbre: “señor, calma mi tormenta interior y ayúdame a ver la luz”