WASHINGTON DC — Poco después de las 11 a.m. del lunes 17 de mayo, Julia Lum fue una de las primeras en llegar a la Basílica del Santuario Nacional de la Gran Iglesia Superior de la Inmaculada Concepción para participar en un rezo mundial del Rosario, ofreciendo oraciones por el final de la Pandemia de COVID-19.
Lum no tenía ninguna intención personal en mente, solo quería tener la oportunidad de orar junto a sus hermanos y hermanas católicos por una causa importante.
“Esta pandemia ha matado a mucha gente. Ha cambiado el mundo entero”, dijo Lum. “Solo quiero que las cosas vuelvan a la normalidad y que la pandemia sea erradicada”.
“También estoy orando por la paz en el mundo y la unidad y orando por aquellos que están desesperados y necesitados. Todos necesitamos ayuda. Necesitamos orar unos por otros”.
Cuando comenzó el rezo del rosario al mediodía, Lum estaba junto a más de 200 personas, enmascaradas y socialmente distanciadas, que ocupaban los bancos. Muchos de los asistentes, como Lum, no tenían intenciones personales pero querían participar con la pandemia en mente. Otros, mientras tanto, estaban allí con el corazón apesadumbrado pensando en un ser querido que perdieron el año pasado.
El cardenal Wilton Gregory de Washington dirigió el Rosario. Fue parte del llamado del Papa Francisco a un “maratón” de oración en mayo “para pedir el fin de la pandemia”. Como parte del maratón del rosario, todos los días de mayo, hasta fin de mes, al mediodía, se reza el rosario desde un santuario mariano diferente en todo el mundo con una intención de oración específica.
La intensión de oración de este pasado lunes fue por “todos los líderes mundiales y los jefes de organizaciones internacionales”.
“Confiamos en manos de la Santísima Virgen María a las personas afectadas por la pandemia y, en particular, a todos los líderes mundiales y a los jefes de organizaciones internacionales, para que los confíe a su Hijo”, dijo el cardenal Gregory. “Que escuche y conceda nuestras peticiones”.
Antes de que comenzara el rezo del rosario, Mons. Walter Rossi, rector de la Basílica, habló con Currents News sobre el papel esencial de los líderes mundiales para poner fin a la pandemia de COVID-19.
“Los líderes mundiales realmente tienen control sobre lo que está sucediendo. Ellos son los que han ordenado el confinamiento. Ellos son los que nos guian en la recuperación, la apertura, y las vacunaciones masivas”, dijo Mons. Rossi. “Tienen un papel muy importante que desempeñar en toda esta situación pandémica y, especialmente, en ponerle fin”.
Justo antes de la intervención de Mons. Gregory, Mons. Vito Buonanno, director de peregrinaciones en la Basílica, pidió la intercesión de María para consolar a los afligidos y angustiados y proteger a los trabajadores de primera línea que arriesgan sus vidas a diario.
“María, consagración de los afligidos, abraza a todos tus hijos angustiados y reza para que Dios extienda su mano todopoderosa y nos libere de esta terrible pandemia para que la vida pueda retomar serenamente su ritmo normal”, dijo Mons. Buonanno.
Otra de las feligresas presentes fue Antonieta Berthe, quien perdió a su madre de 95 años a causa de la pandemia.
“Para mi es un momento muy personal debido a la muerte de mi madre por COVID”, confesó Berthe a Currents News sobre el Rosario. “Me trae muchos recuerdos, y pedirle a nuestra Santísima Madre su intercesión, es muy significativo para mí”.
Katie Evans viajó una hora desde el sur de Maryland para que sus dos hijos pequeños vivieran esta experiencia en la Basílica y continuar su oración diaria de COVID-19 desde una nueva ubicación.
“Vinimos porque queríamos continuar nuestro viaje de rezar el Rosario por el fin de la pandemia”, dijo Evans.
Bob y Maureen Fahey, residentes de Buffalo, NY, estaban de vacaciones en la capital de la nación y decidieron que era importante asistir al rezo del Rosario porque los temas de orar por el fin de la pandemia y nuestros líderes mundiales “parecían abarcar todo lo que necesitamos”.
Algunos de los otros santuarios marianos que han participado ya o se sumarán al maratón del Rosario mundial se encuentran en Cuba, Inglaterra, Portugal, Nigeria, Israel, Corea del Sur, Turquía, Canadá, Myanmar, México, Alemania y Líbano.
Algunas de las intenciones de oración restantes son para farmacéuticos y personal de salud, trabajadores sociales, maestros, hombres y mujeres consagrados y trabajadores esenciales.
El rosario del 18 de mayo tuvo lugar en Nuestra Señora de Lourdes en Francia y su intensión de oración fue rezar por “todos los médicos y enfermeras”. El Papa Francisco cerrará el mes dirigiendo la oración por “el fin de la pandemia y la reanudación de nuestra vida social y económica” desde los Jardines del Vaticano el 31 de mayo.
Antes de la oración del lunes en la Basílica, se encendieron 51 velas representando los 50 estados y Washington D.C. Mons. Rossi le dijo a Currents News que esperaba que los feligreses que particparon se fueran con una sensación de comodidad.
“Consuelo, paz y esperanza de que a través de nuestras oraciones, esta pandemia llegue a su fin y, a través de nuestras oraciones, podamos volver a lo que será la nueva normalidad”, dijo.