Los tacos están en la lista de comidas favoritas de muchos y son tan socorridos, con cualquier cosita que nos ha quedado por ahí podemos armarnos unos tacos deliciosos. ¿Pero qué son los tacos sin una buena salsa?
Pues digamos que… no saben igual. Y cuando uno la prepara a su gusto sabe aún mejor. Si me preguntan cuán picante es esta salsa, diría que es medianamente picante. Quienes gustan de sabores más intensos pueden añadir a la sartén un chile serrano. Y si les parece muy fuerte, usen solo un jalapeño o quítenle las venas y las semillas antes de ponerlos a dorar en el sartén.
INGREDIENTES (4 porciones):
• 5 a 7 tomatillos (dependiendo del tamaño)
• 2 cdas de aceite de semilla de uva (grapeseed oil)
• 2 chiles jalapeños
• 1/2 cebolla blanca
• 2 dientes de ajo
• 1 cdta de sal
• 1 taza de cilantro
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PREPARACIÓN
1- Pele los tomatillos y lávelos bien.
2- Ponga a calentar agua abundante en una cazuela mediana y cuando hierva, añada los tomatillos. Cocínelos a fuego medio unos 5 minutos, hasta que cambien de color. Se pondrán de un verde olivo claro. Sáquelos con una espumadera y colóquelos en un colador para que se escurran bien.
3- Caliente el aceite en una sartén a fuego medio-alto y añada los jalapeños enteros, la cebolla cortada en dos y los dientes de ajo pelados. Vaya dorando los ingredientes por todos lados. Puede que la cebolla se abra, pero no importa, siga cocinando y dorando. Esto debe tomar otros 5 minutos.
4- Triture los tomatillos enteros en una batidora o un procesador de alimentos. Añada los jalapeños, la cebolla, el ajo, el aceite —ayudará a que emulsione la salsa y quede bien espesa—, la sal y el cilantro. Siga triturando un par de minutos.
5- Viértala en pomos esterilizados que tengan su tapa. Déjelos que refresquen bien, tápelos y guárdelos en el refrigerador.
Esta salsa rinde 2 tazas aproximadamente y dura de 7 a 10 días.
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