El diagnóstico del teólogo argentino Leonardo Castellani se cumple al analizar las distintas tentativas utópicas de las filosofías de moda.

Los católicos creemos que los santos nos ayudan a salvarnos intercediendo por nosotros ante Cristo, único salvador de los hombres.

Los “lunáticos” no solo pueden elegir un presidente (que sin duda será como ellos) sino que hasta se constituyen en un sistema dictatorial.

Si un recién nacido viene al mundo con una enfermedad, ¿le negarías la medicina argumentando que no es consciente de recibirla?

El mandato de Dios es perdonar nuestros pecados por medio de otros hombres a través del sacramento de la confesión.

Las palabras misteriosas del Señor resuenan en el corazón de sus fieles: “Cuando venga el hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”

Así como guardamos las fotos de nuestros familiares, también tenemos “imágenes” o esculturas de Jesucristo y sus santos amados.

El hombre de la pandemia ha permitido que se le prive de sus legitimas libertades, de su vida familiar y del verdadero amor al prójimo.