Si usted ha escuchado vallenato sabe que no hace falta saber bailarlo para que el cuerpo se mueva por impulso propio, y antes de que se de cuenta al menos uno de sus pies sigue el ritmo de la música. El vallenato es alegría, folclor, tradición y sobre todo es ‘colombianidad’.
En 2017 al músico barranquillero Néstor Gómez se le ocurrió conformar la Parada Vallenata, un grupo vallenato para participar en las audiciones que anualmente realiza la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) para incluir nuevos artistas a su programa Music Under New York.
Néstor le hizo la propuesta a dos de sus amigos músicos, pero a última hora solo uno de ellos pudo ir, entonces le pidió a su hermano que fuera con ellos a la audición que siempre se lleva a cabo en Grand Central Terminal. “Era miércoles en la mañana, fuimos e hicimos la audición y generalmente dan 15 minutos por presentación y al acabar nos dijeron ¡toquen un poquito más!”, comenta Néstor entre risas. A los pocos días la esperada noticia llegó: habían sido seleccionados.
Néstor nació en ‘La Arenosa’ (Barranquilla) y llegó a Nueva York a sus 12 años. “Nací en una familia que ha cultivado la música de la costa norte de Colombia, mi mamá es profesora de danza y tuvo el primer grupo de cumbiamba de niños en el Carnaval de Barranquilla y teníamos un grupo infantil de música”.
De niño estudió música en la escuela de Bellas Artes en su cuidad natal. En sus años de escuela en Nueva York asistió al programa de música y luego ingresó a Harbor Conservatory for the Performing Arts, donde estudió percusión latina.
Del folclor colombiano Néstor toca todos los instrumentos que se interpretan en la costa norte como el tambor llamador, tambor alegre, la tambora, caja vallenata, maracas, guache y güiro; así como instrumentos propios de la salsa como la conga, el bongó y los timbales, entre otros.
“Tocar en el metro ha sido una experiencia súper chévere porque no solamente uno llega a tener esa cercanía con la gente, sino que ve que algunos paran a vernos tocar, otros hasta con lágrimas nos dicen que no han escuchado esta música en años y otros que aunque han tenido un mal día nos dicen que van felices para sus casas después de escucharnos”, comenta Néstor.
Además de Néstor, esta agrupación está conformada por Yumbuel Maldonado y Yavil Calceta, talentosos músicos de gran trayectoria que, al igual que Néstor, trabajan en diferentes proyectos de la escena musical en Nueva York.
Cuando Parada Vallenata se presenta, la mayoría de las veces en la estación 42 Street/Port Authority, Times Square y 74th Street/Roosvelt Avenue, no solo los hispanos disfrutan de esos ritmos alegres que nacen de la suma del acordeón, la caja y la guacharaca. “Hemos tenido experiencias donde americanos se han acercado y nos han dicho ‘oh vallenato ¡Cartagena!’ y hasta me dicen ‘oh Diomedes’, les gusta bastante”, asegura Gómez.
Con sorpresa han recibido los buenos comentarios de polacos, quienes entre sus instrumentos más representativos también tienen la ‘Corona III‘, que es el acordeón que se usa en el vallenato, y no ocultan su asombro al ver la rapidez de las notas de este ritmo autóctono de la costa Caribe colombiana y la agilidad de sus acordeoneros.
“La experiencia es en verdad increíble porque te da la oportunidad de ver y disfrutar esa experiencia humana que ocurre en el momento, que llegue una señora que tiene unos 70 años y de repente llega una muchacha de 20 y le dice ¡vamos a bailar! y se ponen a bailar las dos y otro señor en muletas que se pone a bailar solo, eso da una energía increíble”, comenta Néstor.
Gracias a sus ‘toques’ en el metro, son contratados para eventos culturales, sociales y empresariales. “Nos ha servido mucho porque de ahí nos ha salido bastante trabajo, los muchachos están contentos porque han hecho nuevas conexiones”, un hecho que era claro desde el comienzo para los integrantes de la agrupación, pues se tiene la posibilidad de conocer mucha gente y se hacen contactos a todo nivel, lo que sin duda abre las puertas a nuevos proyectos.
“El vallenato no es solo Diomedes o Los Zuleta, sino que es Aníbal Velázquez, Alfredo Gutiérrez, Los Corraleros de Majagual; todos ellos son exponentes del vallenato de diferentes regiones”, afirma Néstor, quien comenta que generalmente les piden canciones de artistas como Silvestre Dangond, Jorge Celedón y Carlos Vives.
Además de vallenato, su repertorio incluye ritmos folclóricos como cumbia y hasta rancheras con acordeón. “A veces llega uno que otro dominicano y nos dicen ‘tóquense un merenguito ripiao”, dice Néstor, quien sabe que a donde llegan se arma la parranda.
Actualmente y debido a las medidas que en el estado y en la ciudad se han tomado para prevenir los contagios de COVID-19, los artistas avalados por la MTA no están cumpliendo con la programación de presentaciones en las diferentes localidades; por cuanto el personal de Music Under New York está en permanente comunicación con ellos para notificarles las actualizaciones de las determinaciones.