Cuando el intenso frío invernal azota a una gran ciudad como Nueva York, es común encontrar desamparados buscando resguardarse en las estaciones del metro o los vagones del tren.
Según las estadísticas, en febrero de este año la cifra de desamparados alojados en refugios temporales en el área metropolitana de Nueva York era de 63.343. Un número que no incluye a los 3.892 que literalmente vivieron en la calle durante el curso del 2017.
La crisis puede ser aún mayor si consideramos que muchos desamparados sin refugio no hacen uso de ningún servicio de la ciudad de manera regular, por lo cual no se genera un registro.
Y es que, pese a los múltiples esfuerzos de los programas liderados por la alcaldía de la ciudad, este problema aumentó en un 40% solo de 2016 a 2017.
Esos hombres y mujeres que deambulan por las calles a altas horas de la noche o la madrugada son reflejo de la insuficiencia de refugios habilitados por las autoridades de la ciudad aunque, también es cierto que muchos no buscan un cupo en ellos debido a las exigencias a la hora de ingresar, además de otras verificaciones, como no estar en posesión de licor, armas o sustancias psicoactivas que puedan poner en riesgo la seguridad.
Efectivos de la policía, generalmente acompañados por trabajadores sociales de la ciudad, hacen rondas permanentemente en los trenes buscando a aquellos que esperan pasar la noche allí. Al encontrarlos les ofrecen un refugio de emergencia e incluso servicio médico, pues varios estudios demuestran que esta población es más propensa a sufrir de enfermedades físicas o mentales.
El tren E es quizás donde más desamparados buscar refugio para descansar, debido a que es completamente subterráneo y su recorrido es uno de los más largos, conectando a Queens con Manhattan en un trayecto de 46 minutos bajo condiciones normales de operación.
Coalition for the Homeless es una red nacional de personas que trabajan para asegurar un refugio digno, alimentación, viviendas asequibles y la posibilidad de trabajar por un salario digno.
Según uno de sus más recientes informes la falta de viviendas asequibles es la principal causa de las familias sin hogar. “En encuestas a las familias desamparadas estas han identificado que las causas que los ha llevado a estar en esta condición son las siguientes: desalojo, vivienda subalquilada o extremadamente superpoblada, violencia doméstica, pérdida del empleo y condiciones de vivienda peligrosas”, dice el reporte.
Según los datos que maneja esta organización, los desamparados de origen afroamericano conforman el 58% del total de esta población vulnerable en la ciudad de Nueva York, seguido por los latinos con el 31%, los blancos con un 7%, los asiático-americanos con menos del 1% y un 3% de desamparados cuya raza y/o etnia es desconocida.
El panorama es desalentador pues comparativamente la ciudad de Nueva York no había presentado tan altos índices de desamparo desde de década de 1930, durante la Gran Depresión.