La historia del padre Christopher Heanue es peculiar. Fue diácono transitorio por tres años, mucho más tiempo que lo habitual. Y siendo diácono fue nombrado administrador de la parroquia Santo Niño Jesús en Richmond Hill. Ha sido el único diácono transitorio que ha administrado una parroquia en esta diócesis.
El padre Heanue nació en Queens y es el menor de cuatro hermanos. Sus padres son hijos de inmigrantes irlandeses que llegaron a Nueva York en la década del sesenta. El pequeño Christopher creció casi como hijo único, pues sus hermanos muy pronto dejaron la casa para ir a la universidad o para trabajar.
“Mis hermanos fueron a la escuela católica y yo fui a una escuela pública. Recuerdo que asistía a un programa de educación religiosa después de la escuela. Pensaba que no era lo más divertido, pero me ayudó a formarme y llegar a ser la persona que soy”.
Estudió la escuela secundaria en Cathedral Preparatory School and Seminary entre 2001 a 2005. “No haber asistido a una escuela primaria católica, contribuyó a que disfrutara más mi escuela secundaria. Todo era nuevo para mí: ir a la adoración, a la confesión o a la Eucaristía”.
En 2004, cuando tenía 16 años de edad, el joven Christopher hizo un retiro de cuatro días y tres noches al antiguo Seminario Mayor de Huntington. “Fue en noviembre, en el otoño. Era un campus muy hermoso: 200 acres de tierra, podíamos ver la estrellas en la noche, la capilla era preciosa y me enamoré del edificio y pensé que lo que las personas hacían en este edificio yo lo quería hacer. Me enamoré de la paz, el silencio y la tranquilidad que se vivía en ese lugar”.
“Me llamaba mucho la atención ver cómo los jóvenes venían a la misa o servían en el altar. Creo que esa fue la semilla que se plantó para mi vocación sacerdotal”.
Para el padre Heanue su vocación vino del amor de sus padres a su Iglesia, de lo que aprendió en la escuela secundaria y de ese retiro.
Tras graduarse, cinco jóvenes de su promoción entraron al seminario. “En el último año nuestros compañeros nos llamaban «los monseñores»: todos fuimos al seminario”. Al final se ordenaron sacerdotes Félix Herrera, Carlos Velázquez y él.
De 2005 a 2009 estudió Filosofía en St John’s University y también consiguió un diplomado en Negocios. Después de entrar al Seminario de la Inmaculada Concepción en Douglaston, fue enviado a Roma por Mons. Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn. Estuvo en Roma de 2009 a 2010 y desde ese año hasta 2013 estudió en el Seminario San Carlos Borromeo de Filadelfia.
Fue ordenado como diácono transitorio en junio de 2012 en la parroquia San Miguel por Mons. Octavio Cisneros. Recibió la ordenación sacerdotal en junio de 2015. “Fui diácono por tres años, algo inusual, pero así ha sido toda mi formación y mi sacerdocio. Me encantó servir como diácono en la parroquia de San Miguel con el padre Kevin Sweeney, aprendiendo español con todos los dominicanos y puertorriqueños.
“Un día acompañé al padre Félix Herrera a su parroquia, Santísimo Sacramento, a la misa de celebración del Divino Niño y él me tradujo cada una de las palabras de la homilía y ese día me enamoré de la fe de la comunidad hispana”.
En 2013 fue enviado a la parroquia Nuestra Señora del Monte Carmelo en Astoria, Queens, donde fue capellán del Queens Hospital Center en Jamaica durante un año y medio. “Me encantó esa experiencia porque hablaba con las personas no sobre conversaciones simples como «está haciendo frío» o «está lloviendo» o si había visto el último tweet del Presidente; allí hablaba de cosas más complejas, como por ejemplo, algunas personas me decían: «¿Por qué Dios me puso en este lugar?». Fue una gran experiencia”.
En noviembre de 2014, Mons. Raymond Chappetto, obispo auxiliar de Brooklyn, lo llamó diciéndole que Mons. DiMarzio quería enviarlo a la parroquia Santo Niño Jesús antes de su ordenación. “Yo había visitado la parroquia porque tenía una buena relación con Mons. Octavio Cisneros, obispo auxiliar de Brooklyn. Mons. Chappetto me dijo que yo sería el nuevo administrador de la parroquia. Le dije que yo era solo diácono, y me respondió que era una decisión de Mons. DiMarzio y que él estaba convencido de que yo podía hacerlo bien”.
De esta manera, en enero de 2015 se convirtió en el primer diácono transitorio en ser administrador de una parroquia en la historia de la Diócesis de Brooklyn.
“Durante esos seis primeros meses en la parroquia mi trabajo fue sacar adelante mi trabajo como administrador, buscar sacerdotes para celebrar las misas y confesiones y prepararme para la ordenación”.
El padre Heanue es un enamorado de la comunidad hispana, le gustan sus tradiciones, su fe. “Mis feligreses me ayudan a mejorar mi español. Por ejemplo, cuando Mons. Cisneros estuvo enfermo en Polonia, dije en la misa: «Debemos rezar por la salud de Mons. Cisneros que está en Polombia», e inmediatamente varios de ellos gritaban corrigiéndome: «Polonia»”, dice riéndose.
El padre Heanue habla inglés, español, celebra misas en italiano y está aprendiendo latín. Conoció al papa Benedicto XVI en el aniversario 150 del seminario en Roma.
Un momento que quedó grabado en su memoria fue cuando viajó a Irlanda con sus padres después de ser ordenado, “la alegría de ellos cuando hablaban con sus amigos y le decían que su hijo es sacerdote”.