Entrevista

Fe y Alegría: Todos podemos ayudar

JESÚS “TXUO” RODRÍGUEZ VILLARROEL es un sacerdote jesuita que nació en Venezuela y vive en Madrid. Pero su misión en este momento es desarrollar en Estados Unidos una iniciativa de apoyo a Fe y Alegría.

Fe y Alegría, explica el padre Txuo, es una red internacional de escuelas que nació en Venezuela hace 61 años. El objetivo es ofrecer educación popular, integral y social a poblaciones de bajos recursos.

Fe y Alegría es una iniciativa de la Compañía de Jesús. El movimiento ha nacido con la colaboración de religiosos, religiosas y laicos. Actualmente Fe y Alegría cuenta con una red de 3.000 escuelas en 21 países de América Latina, Europa y África y atiende a 1.5 millones de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, porque, como dice el padre Txuo, Fe y Alegría “sirve a personas de cero a 99 años”.

Recientemente el padre Txuo estuvo de paso en Nueva York y conversamos con él.

Jorge Ignacio Domínguez: ¿Cuál es su relación con Fe y Alegría?

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El padre Jesús “Txuo” Rodríguez Villarroel está a cargo de desarrollar un programa de apoyo a Fe y Alegría en los Estados Unidos. Fe y Alegría es una red internacional de escuelas que nació en Venezuela hace 61 años. Foto: Jorge I. Domínguez-López

Padre Txuo Rodríguez: Empecé muy joven en Fe y Alegría. Como novicio me mandaron de administrador. Hasta hace cuatro años estuve como director de la Región Fronteras [en Venezuela]. Ahora mi trabajo es ayudar en el nacimiento y la promoción de “Friends of Fe y Alegría” en los Estados Unidos.

JID: ¿Qué es Friends of Fe y Alegría?

Padre Txuo: Friends of Fe y Alegría en los Estados Unidos es una iniciativa que quiere canalizar el compromiso y la solidaridad de la comunidad latina, de los latinoamericanos residentes en los Estados Unidos, con sus países de origen. Y esto significa específicamente apoyar el tema de la educación en América Latina.

La América Latina que soñamos será posible si todos tenemos acceso a la educación y a una educación de calidad.

JID: ¿Y cómo podemos ayudar a Fe y Alegría?

Padre Txuo: Hay muchas maneras de ayudar a Fe y Alegría. Una es, por supuesto, económicamente. Si entras a la página web de feyalegria.us/ ahí puedes ver todos los proyectos. Vas y pinchas en “Proyectos” y ahí están todos los países; y puedes elegir a qué país quieres ayudar.

Y también puedes ayudar económicamente a cualquier proyecto específico que te interese en cualquier país. Los fondos van directamente a ese proyecto.

También puedes enviar un cheque a Magis America (magisamericas.org/) que queda en Washington y si pones a qué país debe ir tu colaboración, se envía a ese país. Es una manera de apoyar: apoyar económicamente.

JID: ¿Hay otras maneras de ayudar?

Padre Txuo: Hay muchas otras maneras de apoyar. Uno puede ofrecerse como voluntario para promover la obra de Fe y Alegría dentro de la comunidad latina. Así que puedes ayudar a que otros conozcan el trabajo que hace Fe y Alegría en América Latina y en África.

Desde aquí podemos trabajar para promover la ciudadanía global, es decir, cómo crear consciencia y fomentar la solidaridad desde Estados Unidos con los países donde está presente Fe y Alegría.

Los empresarios latinoamericanos de Estados Unidos también pueden ayudar y recibir un desgrave de impuestos, pues Magis America es una organización de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos a través de la cual muchas empresas o personas pueden desgravar impuestos.

JID: ¿Cómo describiría Ud. el impacto de Fe y Alegría?

Padre Txuo: El impacto de Fe y Alegría es positivo, porque, como dijo nuestro fundador, Fe y Alegría comienza donde termina el asfalto, donde no gotea el agua potable y donde la ciudad pierde su nombre. El impacto de Fe y Alegría es cada vez más positivo porque no sólo trabaja en el tema de la educación dentro de sus centros educativos, sino que donde Fe y Alegría llega, hace un trabajo mucho más allá de los muros. Es decir, trabaja no solamente con los alumnos que tiene en el colegio, sino con la comunidad. Intenta vincular a la comunidad con su trabajo.

Ahí está el impacto de Fe y Alegría que va más allá del impacto positivo en los 1.5 millones de niños que tenemos en estos momentos. Tenemos que pensar en el impacto en la familia, las comunidades donde nos encontramos, el lugar donde estamos: todo el impacto social que tiene Fe y Alegría que es fundamental en este momento y para esas comunidades.