Para mí, el Evangelio me basta”. Así decía una señora para justificar su rechazo al Antiguo Testamento. ¿Tenía razón? ¿No es necesaria la lectura de toda la Biblia?
Hoy día se acepta que en el antiguo testamento hay hechos históricos, personas o cosas, que tienen una conexión con el Nuevo.
La historia de Jonás, por ejemplo, engrandece la figura el Señor. El profeta huye en un barco. Una tormenta amenaza con hundir la nave. Jonás es arrojado al mar. Nos dice la Biblia:
Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez. Jon 2,1.
Cristo se identifica con Jonás; lo ve como una alegoría de su sepultura y de su resurrección:
Así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, de igual manera el Hijo del Hombre será una señal para esta generación. Lc 11,30.
La Biblia describe a Abraham como padre de todos los creyentes.
Por la fe Abraham, llamado por Dios, obedeció la orden de salir para un país y partió sin saber adónde iba. Gn 12.
En la carta a los Gálatas se menciona a Cristo plenitud de la promesa.
En Cristo Jesús por la fe recibimos la promesa, que es el Espíritu. Ga 3,14.
Dios le pide a Abraham la ofrenda de su único hijo. Isaac iba a ser el cordero para el sacrificio.
Llevamos el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el sacrificio? Gn 22,8.
Jesús es el cordero que Dios ofrece por la salvación de los hombres, llevando la cruz al calvario, Jn 19,17.
Melquisedec es otro personaje que prefigura al Señor.
Él trajo pan y vino, pues era sacerdote del “Dios Altísimo”. Gn 14,18.
Melquisedec prefigura Cristo al ser puente (sacerdote) entre Dios y los hombres. Así lo reconoce la carta a los Hebreos.
Melquisedec, a semejanza del Hijo de Dios, es el sacerdote que permanece para siempre. Hb 7,3.
Moisés es la figura de Jesús como profeta, mensajero del Altísimo. Así se anunció.
Yavé hará que se levante para ti, de en medio de tus hermanos, un profeta como yo: a él habrán de escuchar. Dt 18,15.
San Lucas en su libro de los Hechos recoge la frase del Génesis y ratifica que Jesús es el gran profeta anunciado y esperado en Israel.
Moisés afirmó: El Señor Dios hará que un profeta como yo surja de entre sus hermanos. Hch 3:22.
Estos ejemplos nos muestran que el estudio del Antiguo Testamento ayuda a conocer al Señor. ¿Le gusta a usted leer los evangelios a la luz de los antiguos personajes?