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Foto de emigrante y su pequeña hija ahogados estremece Estados Unidos

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BROOKLYN—. Una estremecedora foto de un padre emigrante y su pequeña hija ahogados en una orilla del Río Grande en la frontera entre Estados Unidos y México se ha vuelto viral, convirtiéndose en la última muestra de la horrible tragedia humana que es la crisis de inmigración en la frontera sur del país.

Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija Valeria, de apenas 23 meses, murieron ahogados en el río tratando de llegar a la frontera estadounidense en Brownsville, Texas. Martínez había cruzado el río primero, y se dio la vuelta para buscar a su esposa, Tania Vanessa Ávalos, cuando su hija Valeria vio que se alejaba nadando y saltó detrás de él, según reportes de CNN.

“Óscar Alberto regresó y alcanzó a sujetar a la pequeña, pero una fuerte corriente los arrastró y hundió”, escribió la periodista mexicana Julia Le Duc en el periódico mexicano La Jornada.

Una foto perturbadora tomada por Le Duc que le ha dado la vuelta al mundo capturó la imagen de los cuerpos de padre e hija flotando en la orilla del río cerca de Matamoros, México, a unos 500 metros de donde se los arrastró la corriente, 12 horas después del fatal accidente el pasado lunes.

“Padre e hija quedaron juntos, sujetados por la camisa negra que vestía Óscar Alberto, y la pequeña con su brazo derecho rodeando el cuello de su progenitor, quien hasta el final luchó por salvarle la vida”, escribe Le Duc.

Tania, quien se encontraba esperando para cruzar en la otra orilla, vio a su marido y su hija desaparecer arrastrados por la corriente sin poder hacer nada. Aunque inmediatamente pidió ayuda de las autoridades mexicanas sus cuerpos fueron encontrados por los rescatistas horas después río abajo, encerrados en un abrazo.

“Es muy difícil ver esa fotografía”, dijo el representante Joaquín Castro (D-Texas), presidente del Comité Hispano del Congreso, al New York Times. “Es nuestra versión de la fotografía del niño sirio de 3 años que apareció muerto en la playa”.

La familia salvadoreña había estado esperando para recibir asilo político, viviendo en un campamento de migrantes en Matamoros desde el domingo, según Tania.

Ella también le reveló a La Jornada que habían obtenido una visa humanitaria del gobierno mexicano, pero que enfrentaron las abrumadoramente largas esperas en la frontera entre Estados Unidos y México para solicitantes de asilo. Habían estado esperando en México por dos meses bajo un “calor abrasador”, con temperaturas de hasta 113 grados Fahrenheit a veces. La familia decidió cruzar el río por desesperación.

Al ver las fotos, el Papa Francisco respondió “con inmensa tristeza”, dijo el Vaticano.

“El Santo Padre ha visto las imágenes del padre y su hija que se ahogaron en el Río Grande mientras intentaban cruzar la frontera entre México y Estados Unidos”, dijo a la prensa Alessandro Gisotti, portavoz del Vaticano.

“El Papa está profundamente triste por su muerte y está orando por ellos y por todos los migrantes que han perdido la vida mientras huyen de la guerra y la miseria”.

“Es muy desafortunado que esto suceda”, dijo el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en una conferencia de prensa. Mientras más migrantes son rechazados por los Estados Unidos, “aumentan los que pierden la vida en el desierto o cruzando el Río Bravo”.

PBS News Hour informó que casi 500,000 inmigrantes han sido detenidos en la frontera desde el inicio de 2019, lo que resultó en un hacinamiento en los centros de detención. Las familias migrantes que intentaron cruzar la frontera llegaron a su punto máximo en mayo, cuando fueron detenidos 84,000 adultos y niños que viajaban juntos.

Un total de 283 muertes de migrantes se registraron a lo largo de la frontera de 2,000 millas el año pasado, según PBS. El número de muertos en lo que va de año no se ha revelado, pero según este mismo reportaje de la cadena, el sábado pasado se encontraron los cadáveres de dos bebés, otro niño pequeño y una mujer en Rio Grande Valley, que al parecer murieron intentando atravesar el peligroso desierto. Las autoridades creen que fueron vencidos por el calor después de vadear el río.

Un grito que llega al cielo y nos alcanza

A raíz de este suceso, el Cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), y Mons. Joe S.Vásquez, obispo de Austin y Presidente del Comité de Migración, hicieron un llamado a la conciencia y exigieron acciones inmediatas para solucionar lo que consideran “consecuencia de un fallido sistema de inmigración”.

“Nos unimos a nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, con una inmensa tristeza, después de haber visto las horribles imágenes de Oscar Martínez y su pequeña hija Angie Valeria, ahogados en el Valle del Río Grande mientras intentaban huir de la persecución y entrar a los Estados Unidos. Esta imagen clama al cielo por justicia. Esta imagen silencia la política. ¿Quién puede ver esta imagen y no ver los resultados de los fracasos de todos nosotros para encontrar una solución humana y justa a la crisis de inmigración?”, dice el comunicado de la USCCB.

“Lamentablemente, esta imagen muestra la difícil situación diaria de nuestros hermanos y hermanas. No solo su grito llega al cielo. Nos alcanza. Y ahora debe llegar a nuestro gobierno federal”, continúa el mensaje de los obispos estadounidenses.

“Todas las personas, sin importar su país de origen o estatus legal, están hechas a la imagen de Dios y deben ser tratadas con dignidad y respeto. Informes recientes de superpoblación y condiciones insalubres son terribles e inaceptables para cualquier persona bajo la custodia de Estados Unidos, y particularmente para los niños, quienes son especialmente vulnerables. Tales condiciones no deben ser utilizadas como herramientas de disuasión. Podemos y debemos seguir siendo un país que da la bienvenida y brinda refugio a los niños y las familias que huyen de la violencia y persecución”, dice.

“El Congreso debe proporcionar fondos adicionales para atender las necesidades de los niños bajo custodia federal. Su proyecto de ley de asignaciones suplementarias también debería aumentar las protecciones para los niños inmigrantes, incluidos los estándares elevados y la supervisión de las instalaciones fronterizas. Es posible y necesario cuidar la seguridad de los niños migrantes y la seguridad de nuestros ciudadanos. Al dejar de lado los intereses partidistas, una nación tan grande como la nuestra puede hacer ambas cosas”.