CIUDAD DE MÉXICO (Por David Agren/CNS) — Jesuitas de la provincia de Centroamérica han dicho que el rector de la Universidad Centroamericana en Managua, Nicaragua, recibió amenazas de muerte por su participación en un diálogo nacional convocado por los obispos católicos del país para restaurar la paz y poder poner un fin a semanas de disturbios y represión gubernamental hacia manifestantes.
BREAKING: Facing death threats, Fr. José Alberto Idiáquez, S.J., president of the UCA-Managua (#Jesuit university in Nicaragua) received support from Jesuit provincial of Central America today. https://t.co/Gm5pnmf9bl #SOSNicaraga #Jesuita @ucanicaragua pic.twitter.com/joB9emhlWi
— Ignatian Solidarity (@IGsolidarityNET) June 2, 2018
El padre jesuita José Alberto Idiáquez “ha sido amenazado por su participación en la mesa de diálogo convocado por la Conferencia Episcopal, por ponerse al lado de los estudiantes, por defender los derechos humanos de quienes están pacífica y legítimamente demandando sus derechos constitucionales, por hacer continuos llamados al gobierno nicaragüense a dar signos concretos de que la paz que dicen buscar sea fruto de la justicia y el compromiso democrático”, dijeron los jesuitas en un comunicado el 1 de junio.
Mí solidaridad y mi oración por el P. José A. Idiaquez s.j., Rector de la UCA de Managua, quien ha sido amenazado de muerte. Así lo ha denunciado el P. Provincial de los Jesuitas en Centro América, responsabilizando al Gobierno de Nicaragua de lo que le pueda ocurrir al P. José. pic.twitter.com/bAemqhIHL8
— Silvio José Báez (@silviojbaez) June 1, 2018
El superior de la orden de los jesuitas en América Central, el padre Ricardo Alvarado, firmó la declaración.
El padre Idiáquez ha apoyado a los estudiantes que salieron a la calle a protestar, y quienes fueron violentamente atacados por la policía y por fuerzas paramilitares. Él ordenó que autoridades de seguridad de la universidad abrieran las puertas de la institución el 30 de mayo y permitieran que miles de manifestantes buscando refugio entraran después de que la policía y los paramilitares dispararan contra ellos durante una marcha pacífica.
Más de cien personas ha muerto durante el brote de violencia en Nicaragua desde el 18 de abril, cuando protestas por las reformas al sistema de seguridad social comenzaron.
Las protestas rápidamente se convirtieron en descontento por acusaciones de corrupción y autoritarismo contra el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. Ambos han rehusado dejar sus puestos.
En otra parte del país, una iglesia católica en Masaya fue atacada el 2 de junio, donde un sacerdote, personal médico y otros estaban trabajando, según informes.
La conferencia episcopal nicaragüense convocó a un diálogo nacional, pero suspendió su participación en mayo.
Comunicado de la Conferencia Episcopal de Nicaragua de hoy 6 de junio e 2018. @vaticannews_es @Avvenire_Nei @PauloAbrao @OrtegaEri pic.twitter.com/WlWItGFwyz
— Silvio José Báez (@silviojbaez) June 7, 2018
Sacerdotes que han hablado sobre la situación han sido amenazados, incluso el obispo auxiliar Silvio José Báez Ortega de Managua, quien ha utilizado las redes sociales para pedir paz, para denunciar los excesos del gobierno y apoyar a los manifestantes.
El 31 de mayo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenó medidas de protección para el obispo Báez debido a amenazas de muerte.
CIDH adopta medida cautelar para proteger a Monseñor Silvio José Báez Ortega en #Nicaragua https://t.co/ky8K7aDGQX
— Paulo Abrāo (@PauloAbrao) June 1, 2018
“La comisión asimismo recibió información que indica que Silvio José Báez y sus familiares estarían en una lista de personas a ‘eliminar’ y personas sospechosas vigilarían de manera constante el domicilio de familiares”, dice un comunicado.
