Los dos papas está concebida como un contrapunto entre Benedicto XVI y Francisco. Su relato parte de la muerte de San Juan Pablo II y el cónclave en el que resultó elegido el cardenal Ratzinger, para centrarse en una supuesta entrevista entre el Cardenal Bergoglio, que ha presentado su renuncia, y el papa Benedicto XVI, que llama a Bergoglio a Roma para encontrarse con él.
Si los personajes sobre los que trata la película fuesen tan ficticios como la imaginaria entrevista, Los dos papas sería una típica buddy movie entretenida, amena y muy disfrutable: está protagonizada por dos de los más grandes actores del momento, Jonathan Pryce y Sir Anthony Hopkins; Fernando Meirelles, su director, tiene en su haber las multipremiadas Ciudad de Dios (2002) y El jardinero fiel (2005); su guionista Anthony McCarten hizo gala de oficio con The Theory of Everything (2014), Darkest Hour (2017) y Bohemian Rhapsody (2018) y, gracias a una producción más que notable, sus muy realistas escenas en la Capilla Sixtina y los corredores y salones vaticanos fueron realmente filmadas en los estudios de Cinecittà.
El problema es que uno sabe que ese Benedicto XVI vanidoso, arrogante y despistado que nos presenta la película no tiene nada que ver con el verdadero, a quien los que lo han tratado describen como afable y sencillo, más bien tímido y sumamente alerta y agudo. Es una falsedad, además, que se presente su valiente renuncia como resultado de escándalos vaticanos y una inventada crisis de desolación espiritual.
Los dos papas juega la carta de un contraste simplista y tramposo entre el conservador y el progresista; entre el académico encerrado en sus libros, ajeno al mundo real e incapaz de comprender un chiste y el hombre del pueblo, sabio, pero también cercano, simpático y ocurrente. Este tipo de enfoques elementales y maniqueos esconde en el fondo un profundo desprecio por el público y su capacidad para apreciar un acercamiento más matizado y complejo, más cercano a la realidad.
Es cierto, por otra parte, que en el desarrollo dramático se trata de ir reduciendo el contraste entre ambos personajes mediante un proceso de mutuo conocimiento y aprecio, hasta que nace entre ellos una verdadera amistad. Esta parte incluye algunos de los mejores momentos de la película.
Es obvio que el objetivo de Meirelles es apoyar decididamente al Papa Francisco. Esto es muy positivo, pero es lamentable que haya querido hacerlo denigrando al Papa emérito Benedicto XVI.
La cinta se estrenó en el festival Telluride, en agosto de 2019, con una recepción de público y crítica que algunos consideraron “sorprendentemente positiva”. Tuvo un estreno, con resultados modestos, en un número limitado de salas en Estados Unidos el 27 de noviembre, previo al inicio de su definitiva distribución por streaming en Netflix a partir del 20 de diciembre.
Los dos papas (The Two Popes) / EE.UU.-Reino Unido-Italia-Argentina / 2019 / color, 125 minutos / Dirección: Fernando Meirelles / Intérpretes: Jonathan Pryce, Sir Anthony Hopkins, Juan Minujín.
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Gustavo Andújar es Expresidente de SIGNIS, Asociación Católica Mundial para la Comunicación. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter.
