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“Los ídolos piden sangre”, dice el papa Francisco

CIUDAD DEL VATICANO (Por Junno Arocho Esteves/CNS)—. La idolatría es una inclinación humana que afecta a creyentes y ateos y priva a la gente de vida y amor a cambio de la esclavitud de sueños no realizados, dijo el papa Francisco.

Aunque la riqueza, la fama, la belleza y el poder son distintos a los ídolos de los tiempos antiguos, todos requieren “un sacrificio humano”, dijo el papa el 1 de agosto durante su audiencia general semanal.

El papa Francisco bendice a un niño al entrar a su audiencia general en la sala Pablo VI del Vaticano, el pasado 1 de agosto. (CNS/Paul Haring)

“Para hacer carrera sacrifican a sus hijos, los descuidan o simplemente no los generan”, él dijo. “La belleza llama al sacrificio humano. Cuántas horas frente al espejo”.

“Los ídolos piden sangre”, dijo el papa Francisco.

Después de un receso de verano de un mes, el papa retomó sus audiencias en el aula Pablo VI, con aire acondicionado, ya que la temperatura en la Ciudad Eterna llegaba a los 95 grados.

Retomando su serie de charlas sobre los 10 mandamientos, el papa Francisco se centró específicamente en el mandamiento “No tendrás otros dioses delante de mí”.
Los cristianos, como todos los demás, pueden ser afectados por el “supermercado de ídolos” del mundo, dependiendo de los bienes terrenales en vez de los bienes espirituales ofrecidos por Dios a través de la oración, dijo el papa.

El papa escoltado por una imagen de la virgen María durante su audiencia general. (CNS/Paul Haring)

Poniendo a un lado su texto preparado, el papa Francisco habló sobre haber caminado cerca de un parque en su Argentina natal y ver unas 50 mesas donde personas iban a que se les leyera su fortuna usando barajas del tarot.

“Fueron allí a ‘rezar’ al ídolo”, dijo el papa. En lugar de orarle a Dios iban allí para que les leyeran las cartas para ver el futuro. “Esto es una idolatría”.

El papa continuó diciendo que a través del tiempo el ídolo de una persona evoluciona hasta convertirse una “fijación y obsesión” que tiene el poder de esclavizar.

Aunque los ídolos parecen prometer vida, “en realidad la quitan”,dijo. “El verdadero Dios no pide la vida, sino que la da, la regala. El verdadero Dios no ofrece una proyección de nuestro éxito, pero nos enseña a amar. El verdadero Dios no pide hijos, pero él da a su hijo por nosotros”.

El papa Francisco dijo que el primer paso “en el camino del amor” es reconocer las propias idolatrías de uno porque “para amar verdaderamente debemos estar libres de ídolos”.

“Lleven esto en su corazón: Los ídolos roban nuestro amor, los ídolos nos ciegan al amor”, dijo el papa. “Pregúntense ‘¿cuál es mi ídolo favorito?’. Entonces agárrenlo y tírenlo por la ventana”.