Derecho y vida

Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades

Acabo de recibir un nuevo nombramiento, otra encomienda más que el Obispo de Brooklyn, Mons. Nicholas DiMarzio, ha confiado a este servidor. Voy a ser el Delegado del Obispo para los Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades. Por un lado es un gran honor, por otro es una responsabilidad más a los oficios que actualmente desempeño. Después de un momento de discernimiento, acepté el nombramiento, confiando en la fuerza que Dios da a los que Él envía.

A quienes conté sobre el nombramiento casi todos tuvieron la misma reacción tras escuchar la noticia: ¿Y eso qué es? De ahí viene la inspiración para escribir sobre esos movimientos y comunidades. Para explicar lo que son, empezamos con un poco de historia a grandes rasgos.

En cierto momento de la historia de la Iglesia, surgieron las órdenes y congregaciones religiosos, como por ejemplo Franciscanos, Jesuitas, Benedictinos, Dominicos, etc. Antes se distinguía lo que es una orden y lo que es una congregación por el tipo de votos que hacen los miembros de cada una. Los miembros de las órdenes hacen voto solemne y los de las congregaciones voto simple. En el vigente Código de Derecho Canónico se han desprendido ya de otras distinciones excepto de la de los votos. En realidad, desapareció la categoría de órdenes —aunque en algunos ámbitos se mantiene por tradición— y todos han quedado bajo la nomenclatura de congregación. Técnicamente, sin hacer distinción, a las congregaciones se les llama Institutos de Vida Consagrada. La categoría de institutos da paso a nuevos tipos de institutos que no necesariamente requieren votos. Se les denomina instituto secular, clerical o laical.

Volviendo a las congregaciones, con el transcurso de la historia, podemos decir que muchas de estas han ido envejecidas por falta de vocación y, desafortunadamente, están en vías de extinción. Ahora los que se ven surgir como vibrantes agentes de la nueva evangelización son los llamados Movimientos Eclesiales. La Iglesia, creo que por falta de una categoría técnica, los recoge todos dentro de esta nueva nomenclatura. Estamos viéndolos surgir en muchos sitios para diferentes fines y bajo una gran variedad de carismas. Los que están aprobados ya por la Santa Sede se llaman de derecho pontificio. La lista incluye 122 grupos, y entre los más populares se encuentran el Encuentro Matrimonial Mundial, Esposos para Cristo, Fraternidad de Comunión y Liberación, Legión de María, Regnum Christi, etc. Por otro lado, los que están aprobados localmente por la diócesis se llaman de derecho diocesano. Aquí, podemos decir que habrá un montón de ejemplos. Cada vez, hay más y más adiciones a la lista en todas las diócesis del mundo católico.

En la celebración del 50 aniversario del movimiento Camino Neocatecumenal alrededor de 100,000 miembros se reunieron con el papa Francisco en Tor Vergata, en las afueras de Roma. En la foto aparece Kiko Arguello, cofundador del movimiento tocando la guitarra en primer plano. (CNS/Max Rossi, Reuters)

La Iglesia manifiesta un aprecio a todos estos grupos. El Papa Benedicto XVI tienen una descripción bella de los movimientos como “signo luminoso de la belleza de Cristo y de la Iglesia” porque los son realmente. En otra ocasión, el Papa emérito dijo que son “dones providenciales del Espíritu Santo para responder de manera efectiva a los desafíos de nuestro tiempo”.

El Espíritu Santo es, sin duda, el agente principal de la evangelización. Inspira de diversas maneras y por doquier. Estamos viendo que aletea ahora en los que hacen la Iglesia vibrar.

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Mons. Jonas Achacoso es el Vicario Judicial Adjunto de la Diócesis de Brooklyn, juez del Tribunal de la Diócesis de Brooklyn, y Vicario parroquial de la iglesia Reina de los Ángeles, en Sunnyside, Queens. Su columna Derecho y vida puede leerse en la edición mensual de Nuestra Voz.