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‘Niños enjaulados’ en las calles de Nueva York

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NUEVA YORK—. Impactantes imágenes de maniquíes de aspecto realista envueltos en mantas térmicas de emergencia en pequeñas jaulas fue lo primero que vieron muchos neoyorquinos antes de tomar el tren para el trabajo en la mañana del 12 de junio.

Las transeúntes le daban vueltas alrededor observando curiosos lo que parecía ser un niño durmiendo dentro de una jaula en la estación del metro de la calle York en la sección DUMBO de Brooklyn. Un cartel prominentes con la inscripción #nokidsincages y otro más pequeño explicaban la acción.

La hija de 7 años de James Johnson vio la figura cuando iban para la escuela y le preguntó si se trataba de una persona real.

Su padre le aseguró que no, pero le costó bastante trabajo explicarle lo que estaba viendo.

Varias personas se detuvieron, preocupadas por que un niño real estuviera en peligro inmediato, y otros transeúntes les explicaba que se trataba de un maniquí.

Esta es una de las dos docenas de instalaciones artísticas emplazadas por Raices Refugee and Inmigration Center for Education and Legal Services, como protesta contra el trato a los niños migrantes en la frontera de EE.UU. y México. El grupo cita casos de niños inmigrantes recluidos en grandes jaulas al aire libre a temperaturas de congelación, con poco más que una manta térmicas de emergencia para cubrirse.

En algunas partes de Manhattan, los vecinos llamaron a la policía creyendo que se trataba de personas. Muchas de las piezas tienen instalado sonido de niños reales que lloran por sus padres. Temprano en la mañana, según una grabación en las redes sociales, la policía rompió una de las cerraduras para confirmar que el niño no era real. En otros lugares, la policía o trabajadores de la ciudad retiraron las instalaciones, como también se puede ver en las redes sociales.

A pesar de la perturbadora imagen a la vista del público, Johnson dice que aprueba el mensaje y la manera en que se transmitió. Dice que obligaba a las personas, incluido él mismo, a detenerse y prestar atención a un tema importante. Comentando cómo, a pesar de la rara situación, muchos simplemente le pasaban por el lado sin detenerse aparentemente ajenos a la situación.

Después de todo, era la hora más agitada de la mañana en la voraginosa ciudad de Nueva York.

Un poco más tarde, Carlos Abreu se detuvo mirando azorado la instalación en la estación de York Street en Dumbo. El asombro se transformó en una mueca de dolor cuando se dio cuenta de lo que estaba mirando.

“Es algo horrible, que duele”, dijo.

Abreu estaba en DUMBO para protestar por el trabajo no sindicalizado que se estaba realizando en un lugar de trabajo cercano. Habiendo peleado una batalla legal, dijo que ahora se da cuenta de que no puede ignorar un dilema al que a menudo no le prestamos atención.

“Tengo hijos”, dijo el padre de dos. “Es algo que no puedo permitir”.

“Siento un vuelco en el corazón viendo esto”, dice Kathy Kennedy, una veterana maestra. “Siento que esta gente no han sido tratados como personas”.

Ella dice que aprueba que la instalación se emplazara en un distrito de negocios en Nueva York porque llama la atención sobre el tema de los migrantes en la frontera sur del país y obliga a las personas a reflexionar.

Luciana Arias, una turista argentina, se detuvo en seco cuando vio la instalación.

“Parecía tan real”, dijo.

Le tomó un par de minutos salir de su aturdimiento y recordar las noticias sobre los niños migrantes encerrados en jaulas en la frontera de Estados Unidos.

Ella dijo estar agradecida de haber visto estas instalaciones de protesta en su visita a Nueva York, y cree que tendrán un impacto positivo concientizando a las personas y ayudándolas a comprender mejor esta horrible situación.