CIUDAD DEL VATICANO (Por Cindy Wooden/CNS) — El papa Francisco se disculpó porque dos hombres entraron a una iglesia cerca del Vaticano, se llevaron dos estatuas y las lanzaron al Río Tíber.
“Como obispo de la diócesis, me disculpo”, dijo el 25 de octubre, la primera vez que todos los participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonia se reunieron desde que se sacaron las estatuas de la Iglesia de Santa María el 21 de octubre en Traspontina.
Refiriéndose a la estatua como “Pachamama”, como lo han hecho muchos medios de comunicación, el papa Francisco les dijo a los obispos en el sínodo que las estatuas habían sido desplegadas en la iglesia de Roma “sin ninguna intención idólatra”, aunque los hombres que se llevaron las estatuas afirmaron en las redes sociales que lo hicieron porque las estatuas eras ídolos.
“Pachamama” es un término que se refiere a “la Madre Tierra”, utilizado por algunos pueblos indígenas de Sudamérica.
El papa también dijo que las estatuas, las cuales flotaron, habían sido recuperadas por la policía italiana. Las mismas, “las cuales crearon tanto clamor en los medios”, dijo “no sufrieron daños”.
Las estatuas todavía están en custodia de los “carabinieri”, la policía nacional italiana, quienes están esperando instrucciones sobre lo que deben hacer con ellas, dijo el pontífice.
Dijo que el comandante de los carabinieri “sugirió, por ejemplo, la exposición de las estatuas durante la santa Misa de clausura del sínodo. Veremos. He delegado al secretario de estado (cardenal Pietro Parolin) que responda a esto”.
Que las estatuas hayan sido recuperadas, dijo “es una buena noticia”.
Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para las Comunicaciones, le dijo a reporteros el 21 de octubre que las estatuas “representaban la vida, la fertilidad, de la Madre Tierra”.
Las estatuas se conservaban en varios lados de las capillas al fondo de la Iglesia de Santa María en Traspontina, donde los servicios de oración conectados al sínodo se realizaban a diario durante el sínodo.
Las estatuas estaban presentes el 4 de octubre cuando el papa Francisco plantó un árbol en los Jardines del Vaticano y encomendó el sínodo a san Francisco de Asís. Se usó otra vez el 7 de octubre durante una oración y procesión desde la Basílica de San Pedro a la antesala del sínodo del Vaticano y el 19 de octubre temprano cuando los participantes del sínodo y colaboradores rezaron el Viacrucis en la calle principal que lleva a la Plaza de San Pedro.