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Renuncia Obispo de Buffalo

El papa Francisco acepta “jubilación temprana” de Mons. Richard Malone

NUEVA YORK – El papa Francisco aceptó la renuncia inmediata de Mons. Richard Malone, obispo de Buffalo, Nueva York, el miércoles por la mañana. El anuncio se produce dos meses después de que el Vaticano le pidiera a Mons. Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn, que llevara a cabo una misión de investigación en la Diócesis de Buffalo, que se ha visto envuelta en denuncias de que el obispo Malone procesó de manera inadecuada numeroso casos de abuso sexual.

La renuncia fue anunciada en Washington, D.C., por el arzobispo Christophe Pierre, nuncio apostólico en los Estados Unidos.

El arzobispo Pierre también anunció que Mons. Edward Scharfenberger, obispo de Albany, Nueva York, natural de Brooklyn, y quien fuera sacerdote por muchos años de esta diócesis, fue nombrado administrador apostólico de la Diócesis de Buffalo hasta que se elija a un sucesor permanente.

“Algunos, inevitablemente supondrán que mi decisión es el resultado de la visita apostólica recientemente realizada por el obispo Nicholas DiMarzio a instancias de la Santa Sede. Si bien las conclusiones generales del informe fueron un factor en mi discernimiento, mi decisión de jubilarme temprano se hizo de forma libre y voluntaria. He tomado esta decisión con honesta reflexión y un compromiso profundo y permanente para hacer lo que conveniente para la Iglesia en todo el oeste de Nueva York”, explicó Mons. Malone en una carta a los fieles tras el anuncio de su renuncia.

Mons. DiMarzio realizó tres viajes a Buffalo en octubre durante su visitación apostólica y entrevistó a más de 80 funcionarios diocesanos, clérigos y laicos en la diócesis, luego de lo cual presentó un informe al Vaticano a principios de noviembre.

“Se llevó a cabo con urgencia ya que la Santa Sede ordenó que esta visita fuera exhaustiva y que la consideración principal fuera el bienestar de los feligreses de Buffalo”, dijo Mons. DiMarzio en un comunicado el miércoles por la mañana.

“Lo que encontré fue el amor a su Iglesia de muchos católicos profundamente devotos… Rezo para que este momento de sufrimiento y dolor conduzca al renacimiento de la fe. Con el nombramiento del Reverendísimo Edward Scharfenberger, obispo de Albany, para supervisar la Diócesis de Buffalo, confío que los católicos de Buffalo están en buenas manos”.

En una conferencia de prensa este miércoles, Mons. Scharfenberger dijo que estaba al corriente desde principios de noviembre que estaba siendo considerado para este rol transitorio. “Recibí una llamada del nuncio apostólico, arzobispo Pierre, de que se me consideraba un posible candidato como administrador apostólico, y que él le llevaría esta propuesta al Santo Padre”, dijo.

“Es un honor servir como administrador apostólico de la Diócesis de Buffalo durante estos tiempos difíciles, y me siento honrado con la tarea que se me ha encomendado. Les pido sus oraciones mientras comenzamos este viaje juntos, y espero conocer pronto a la gente de esta gran diócesis”.

El comunicado de prensa que la Diócesis de Albany emitió con motivo de la asignación destaca que “en sus cinco años y medio como obispo de Albany, Mons. Scharfenberger ha ocupado un liderazgo nacional respondiendo a la crisis de abuso. Hace cuatro años publicó una lista secerdotes acusados de abuso sexual, fue uno de los primeros obispos en el país en pedir una investigación independiente dirigida por laicos sobre el escándalo que involucraba al ex cardenal Theodore McCarrick, renovó la junta de revisión diocesana y el año pasado estableció un comité de trabajo sobre abuso sexual predominantemente laico para que aconsejara a la diócesis sobre sus políticas internas y su respuesta a las víctimas”.

Mons. Edward Scharfenberger, obispo de Albany, fue elegido administrador apostólico hasta que el papa nombre un nuevo obispo para la diócesis de Buffalo. Foto: Paul Haring/ CNS

En un mensaje de video publicado en la página de Facebook de la Diócesis de Albany, Mons. Scharfenberger anunció que su “familia es ahora un poco más grande” y que planea visitar semanalmente la Diócesis de Buffalo, que cubre ocho condados en el oeste del estado de Nueva York. “Estaré escuchando y aprendiendo mucho”, dijo.

Mons. Scharfenberger ha dirigido la Diócesis de Albany desde 2014. Con anterioridad fue pastor de la Iglesia St. Matthias en Ridgewood, Queens, durante 11 años. También se desempeñó como vicario judicial para la Diócesis de Brooklyn de 1993 a 2002. Mons. Scharfenberger es licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Católica de América y licenciado en derecho por la Universidad de Fordham. Fue admitido en el Colegio de Abogados del Estado de Nueva York en 1991.

Antes de su renuncia, Mons. Malone enfrentó a acusaciones de haber protegido o encubierto conscientemente a sacerdotes con acusaciones creíbles abuso sexual. Uno de esos sacerdotes, el padre retirado Norbert F. Orsolits reconoció en 2018 que había abusado sexualmente de “probablemente docenas” de adolescentes en las décadas de 1970 y 1980. Esas revelaciones provocaron el escrutinio del obispo Malone. Durante casi un año, el obispo se resistió a numerosas solicitudes de renuncia de clérigos, seminaristas y líderes laicos en la diócesis.

El mes pasado, Mons. Malone visitó Roma junto al resto del episcopado del estado de Nueva York para sus reuniones “ad limina” programadas regularmente con el Papa Francisco y la curia romana. Durante esta visita fue el celebrante principal de una misa en la Basílica de San Pablo Extramuros, donde citó la catequesis del Papa Francisco sobre la esperanza cristiana, diciendo: “En estos tiempos que parecen oscuros, en los que a veces nos sentimos desorientados por el mal y la violencia que nos rodea, por la angustia de muchos de nuestros hermanos y hermanas, necesitamos esperanza”.

Tras su regreso, Mons. Malone emitió una declaración, diciendo que el Papa Francisco estaba consciente de la difícil situación que él y la diócesis enfrentan, y negó los rumores de que su renuncia fuera inminente.

El papa “fue muy comprensivo y amable”, escribió Mons. Malone, refiriéndose a una conversación privada que sostuvo con el pontífice.

El año pasado, la Diócesis de Buffalo ocupó titulares nacionales por las razón equivocada, cuando la ex asistente ejecutiva del obispo, Siobhan O’Connor, filtró cientos de páginas de registros diocesanos que supuestamente mostraban que Mons. Malone había permitido que los sacerdotes acusados continuaran su ministerio y que participó activamente encubriéndolos.

En septiembre, el padre Ryszard Biernat, secretario de Mons. Malone, filtró grabaciones secretas en las que el obispo expresaba su preocupación de que uno de esos escándalos pudiera obligarlo a renunciar.

El propio padre Biernat enfrenta acusaciones de que mantuvo una relación de larga duración con Matthew Bojanowski, un ex seminarista diocesano. A pesar de la publicación de correspondencia entre el padre Biernat y Bojanowski, que parece ser de naturaleza romántica, Mons. Malone dijo que no tenía motivos para creer que la relación no era platónica.

En una entrevista con una estación local de Buffalo a principios de año, Mons. Malone reveló que la diócesis enfrenta 138 demandas por abuso desde que entró en vigor en agosto una ventana “retroactiva” que levanta el estatuto de limitaciones por un año para presentar reclamaciones de casos de abuso contra una institución pública. En esa ocasión también dijo que sus asesores estiman que se entablarán entre 250 y 275 demandas y que la diócesis se encuentra “considerando seriamente” declararse en bancarrota.

Mons. Malone es el tercer obispo estadounidense que se ve obligado a renunciar durante el último año tras conocerse acusaciones relacionadas con abuso sexual. En los primeros dos casos, el Papa aceptó su renuncia ordinaria, que había sido presentad previamente cuando cumplieron 75 años. El primero Mons. Michael Bransfield, obispo de Virginia Occidental, acusado de mala conducta tanto financiera como sexual, y el segundo el cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, quien renunció después de un examen de su manejo de los casos de abuso mientras era obispo de Pittsburgh en la década de 1980. En el caso de Mons. Malone, el ahora obispo emérito tiene 73 años y no tendría que presentar su renuncia ordinaria hasta 2021.

Mons. Malone sirvió como obispo auxiliar en Boston bajo el cardenal Bernard Law de 2001 a 2004 y luego fue nombrado obispo de Portland, Maine, un cargo que ocupó hasta su nombramiento en Buffalo en 2012.