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El cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, admitió que antes de “dar lecciones sobre familia y amor”, la Iglesia debe resolver el escándalo de abuso sexual clerical que se cierne cada vez más sobre sus líderes.
Tras una semana de incesante escrutinio, el cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, DC, ha anunciado que no participará en el Encuentro Mundial de Familias en Irlanda la próxima semana.
En el caso de los escándalos de abuso sexual del clero chileno, el papa Francisco primero rozó la punta del iceberg en 2015, cuando decidió transferir al obispo chileno llamado Juan Barros, acusado de haber encubierto abusos, a una diócesis del sur.
Un obispo chileno reconoció el daño causado a las personas que fueron abusadas sexualmente por sacerdotes y el mal manejo de los casos por parte de los líderes eclesiales del país.
La polémica sobre la existencia del infierno, atribuida a una “entrevista” al Papa Francisco, puede ser una oportunidad única para explicar el magisterio de la Iglesia al mundo secular.