Siempre la sangre ha sido sinónimo de violencia y dolor. En le Biblia, el primer indicio aparece cuando Caín mata a su hermano Abel.

Resulta sorprendente ver la simbología de los animales: los enemigos son comparados con una manada de toros, de leones o una jauría.

Jesús también vive la incertidumbre de su destino, la nostalgia de los cielos, la inseguridad de su futuro… como cualquier exiliado.

Las plagas entre Moisés y Faraón suscitan muchas preguntas. El lector moderno se cuestiona si sucedieron tal y como están escritos.

Muchas veces se le llama “Satanás”, “Diablo”, “Baalzebub”… Pero, ¿quién es el demonio? Una hojeada a la Biblia nos puede dar alguna luz.

Seguramente has escuchado hablar del Jordán, donde Jesús fue bautizado; pero, ¿había otros ríos en Palestina?

Esta fue la profecía de Ezequiel cuando el rey Joaquín, de Judá, fue exilado a Babilonia y el rey sustituto, busca la ayuda de Egipto.

La salvación de Jesús nos hace hijos de Dios y partícipes de la gloria del Señor, que disfrutaremos con el Padre en los cielos.

Falsamente se entiende por oración lo que hacen algunos pedigüeños, que no se cansan de dirigirse a Dios para hacerle reclamaciones.

Se trata de un código oral de la Ley como algo distinto de la Biblia escrita.

¿Cómo apreciamos el comportamiento de Jesús con las mujeres? La Biblia habla claro sobre esto.

La pregunta que se han hecho creyentes y ateos es: ¿quién es ese personaje que arrastra a tanta gente?

En la catequesis no podía faltar el relato de la tormenta en el Mar de Galilea, los apóstoles preocupados y el Señor dormido.

Quemar incienso ha sido una tradición utilizada por todas las civilizaciones de la antigüedad. ¿Qué sentido tiene para usted?

Aunque la Biblia no cuelga el cartel “no apta para menores”, como las películas, ofrece páginas que requieren discreción.

Junto con el tabernáculo y el Arca de la Alianza, la menorá es uno de sus símbolos más antiguos de Israel.

¿Sabías que la frase “Le dio con la puerta en las narices” tiene su origen en la Biblia?

Antes de Jesús, nadie se atrevió a invocar a Dios como Padre, pues hubiera sido considerado como una ofensa.