Esperamos con ansias escuchar al Papa decir con la fuerza de nuestros mártires: ¡basta, basta de guerras, basta de violencia, busquen la fraternidad y protejan la dignidad humana!

Entrevista al Padre Yousif Yono Ajim de la Orden Antoniana de San Ormisda de los Caldeos (O.A.O.C), actualmente en el monasterio de Irak – Nínive

El Padre Yousif es un joven sacerdote que conocí en Roma. Durante tres años fuimos compañeros de estudios. Es un hombre de oración, con pensamientos profundos, pero también con un gran sentido del humor y un corazón muy generoso. Nadie que hable con él podría deducir que estuvo en medio de la guerra o que experimentó en carne propia lo que significa poner en riesgo la vida por el simple hecho de ejercitar la fe.

Los años previos a su llegada a Roma estuvo a cargo de un hogar de niños huérfanos a causa de la guerra y la persecución religiosa. Tal y como San José, de quien toma su nombre religioso, tenía a su cargo proteger la vida de estos niños para que no caigan en manos de los nuevos Herodes.

Escuchar las experiencias del ‘Padre Giuseppe’, como nosotros lo llamábamos en Italia, era todo un examen de conciencia para quienes tenemos el privilegio de vivir nuestra fe con libertad y aún así, muchas veces buscamos vivimos en medio de excusas.

Terminados los estudios, el P. Yousif regresó a su Patria para ponerse de nuevo al servicio de su pueblo. Desde Irak, él ha aceptado darnos una entrevista telefónica para compartirnos la experiencia de recibir al Vicario de Cristo en su país.

  1. Sabemos, Padre, que usted estuvo aquí en Irak como sacerdote en el momento más crítico de la guerra y la persecución de los cristianos, ¿podría, por favor, explicarnos brevemente el contexto socio-político de su país?

Irak ha estado en las noticias mundiales desde hace varios años. Seguramente ustedes recuerdan, por ejemplo, la historia reciente de Saddam Hussein, que es ampliamente conocida, pero no se puede decir lo mismo de la historia milenaria de esos territorios y sociedades.

Irak no es, como muchos creen, un estado inventado por los británicos sobre los restos del Imperio Otomano al final de la Gran Guerra, sino una zona en la que han convivido diferentes sociedades dentro de una unidad administrativa y económica de larga duración: Desde la conquista árabe en el siglo VII hasta la fase de dominación mongola y turca en la Edad Media, pasando por los siglos otomanos, los años del mandato y la monarquía británica, la república y la dictadura de Hussein, para terminar con la intervención estadounidense en 2003.

Antes de 1980 el pueblo iraquí llevaba una vida normal, pero después de 1980 Irak, dirigido por el presidente Saddam Hussein, invadió el territorio iraní. Los motivos fueron las antiguas disputas fronterizas sobre el Shatt al Arab, el delta del río, y el deseo de impedir la expansión de la revolución islámica iraní. La guerra entre Irán e Irak es larga y sangrienta. Se extiende por ocho años, hasta 1988.

Los países occidentales encuentran en Irak el aliado que puede contrarrestar la potencial amenaza iraní. Una larga guerra “olvidada” a nivel de la opinión pública occidental, pero deliberadamente prolongada al armar clandestinamente a ambos contendientes para evitar el surgimiento de una potencia regional que pudiera asumir un papel hegemónico. Una guerra que se libra, por un lado, utilizando la exaltación fanática e idealista de los ‘pasdaran’, los “mártires” de la revolución, estudiantes cada vez más jóvenes, incluso niños, lanzados contra los tanques iraquíes, y por otro, utilizando a miles de kurdos como carne de cañón. Una guerra que alternó acciones terrestres con bombardeos —también de misiles— sobre las ciudades, pero que se hizo conocida en Occidente casi sólo por los ataques a los petroleros y a la navegación en el Golfo. Una guerra librada mediante el uso de millones de minas antipersona y también recurriendo a grandes cantidades de armas químicas por parte de los iraquíes no sólo contra el ejército iraní, sino también contra su propia población.

El 2 de agosto de 1990, Irak invadió Kuwait. La razón principal fue la disputa sobre los pozos de petróleo en la frontera entre ambos países. Debido a esta invasión, el Consejo de Seguridad de la ONU impuso un embargo total a las importaciones y exportaciones iraquíes. En 2003, Estados Unidos y una coalición de aliados invadieron Irak con el pretexto de que Saddam Hussein producía armas de destrucción masiva y prestaba apoyo a Al Qaeda, acusaciones que luego resultaron infundadas.

Las fuerzas estadounidenses derrocaron al Partido Baaz, disolvieron el ejército iraquí y establecieron una ocupación militar dirigida por la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA). Saddam Hussein fue capturado en diciembre de 2003, posteriormente juzgado, condenado a muerte y ejecutado. La CPA supervisó el traspaso de poder a la Autoridad Provisional Iraquí en 2004 y luego al gobierno iraquí tras la ratificación de una nueva Constitución y la celebración de elecciones en 2005. Pero aún queda mucho camino por recorrer para hablar de una mejora sustancial de la realidad iraquí, la situación empezará a mejorar realmente cuando el gobierno piense en el pueblo y haya justicia entre los diferentes grupos étnicos, sociales y religiosos.

  1. ¿Cuál es la repercusión que toda esta situación tiene en los creyentes católicos?

Después de 2003 apareció el fenómeno del terrorismo en Irak y la persecución de los cristianos y otras minorías, especialmente recuerdo el 10 de junio de 2014, cuando el ISIS tomó el control de la ciudad de Mosul y la llanura de Nínive desplazando y asesinando a cientos de familias de minorías, particularmente cristianos.

Pienso que el mundo actual está siendo testigo de una violencia generalizada provocada por los extremismos religiosos o ideológicos y el terrorismo, como no se vio antes, ni en el modo de las operaciones terroristas ni en la capacidad de los grupos extremistas para atraer y reclutar más combatientes y militantes a través de una incomprensión de la religión. Estos grupos terroristas perpetran deliberadamente estos actos criminales en nombre de Dios, como justificación para salvar al mundo del mal, ellos consideran el mundo dividido en dos partes irreconciliables: De un lado están las fuerzas del bien que ellos representan desde su punto de vista, y del otro está el mal que tiene que ser juzgado y eliminado por “orden de Dios”.

Dije “incomprensión de la religión,” porque la religión siempre debe estar de parte de la paz, no es la religión una parte del problema de la violencia y el extremismo, creo que el concepto equivocado de la religión bajo motivaciones ilícitas de algunos individuos es lo que hace que la violencia sea su elección inevitable. Dios es amor. Dios quiere el bien del hombre. A Dios no le gustan las guerras. No le gusta matar a la gente, y menos por motivos egoístas.

  1. Padre Yousif, ¿puede hablarnos de la vida actual en Irak? Especialmente de las minorías cristianas.

El derrocamiento del régimen del Partido Baaz dirigido por Estados Unidos ha creado un vacío de seguridad, provocando la proliferación de grupos rebeldes armados y el estallido de la violencia sectaria. Estados Unidos también ha cometido crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos en Irak, entre los que destacan la tortura sistemática y el maltrato a los prisioneros. La presencia militar estadounidense en Irak terminó formalmente en diciembre de 2011, cuando las últimas tropas estadounidenses se retiraron del país.

Tras la retirada de Estados Unidos, la situación en el país siguió siendo inestable. En 2012, los suníes organizaron protestas a gran escala debido a que se consideraban marginados por el gobierno dirigido por Nouri Al-Maliki. Las protestas fueron respondidas con una violenta represión. En este contexto, el Estado Islámico de Irak y al-Sham (ISIS), un vástago de Al Qaeda en Irak, se alzó con protagonismo, envalentonado por los avances que había conseguido en la vecina Siria.

En enero de 2014, el ISIS se hizo con el control de las ciudades de mayoría suní de Ramadi y Faluya, en la gobernación de Anbar. El 10 de junio de 2014, la segunda ciudad más grande de Irak, Mosul, cayó bajo el control del ISIS cuando las fuerzas de seguridad iraquíes colapsaron. Y a finales de 2014, el ISIS controlaba alrededor de un tercio del territorio iraquí.

Las minorías iraquíes han sido objeto de constantes ataques a lo largo de los años, especialmente los cristianos y los yazidíes, pero con el despiadado avance del ISIS el mundo fue testigo de hechos sin precedentes.

Desde junio de 2014, muchos miles de personas pertenecientes a minorías han sido asesinadas, mutiladas o secuestradas, entre ellas un número indeterminado de mujeres y niñas obligadas a contraer matrimonio o a la esclavitud sexual. El ISIS ha cometido crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el crimen de genocidio, incluyendo ejecuciones sumarias, asesinatos, mutilaciones, violaciones, violencia sexual, torturas, tratos crueles, utilización y reclutamiento de niños y otros ataques a la dignidad de la persona. También han destruido bienes culturales y religiosos que datan de siglos atrás, y se han saqueado sistemáticamente propiedades y bienes privados. Parecen formar parte de un intento consciente de erradicar la diversidad étnica y religiosa de Irak. Como resultado, los cristianos están tratando de abandonar el país de forma permanente en lugar de regresar a sus comunidades.

La situación de las minorías iraquíes es precaria, especialmente la de los cristianos, que viven en Bagdad y Mosul y en la llanura de Nínive, así como en los territorios en disputa entre la región kurda y el gobierno federal. Más de la mitad de las minorías étnicas y religiosas de Irak han comenzado su huida del país desde 2003, y las que permanecen en aquí, corren el riesgo de sufrir violencia selectiva, detenciones arbitrarias, tortura, acoso, intimidación, desplazamiento, privación política y marginación social y económica. Por ejemplo, la comunidad cristiana de Irak contaba con unos 1,4 millones de personas, o incluso más, en la década del ‘90. En la actualidad, los líderes cristianos cifran el tamaño de su comunidad en cerca de 250.000 personas.

Esta perspectiva tiene su origen tanto en un sentimiento de desesperación ante la perspectiva del retorno como en la frustración por el continuo deterioro de las condiciones humanas para vivir. Existe una falta de confianza en que el gobierno proporcionará el apoyo necesario para facilitar los retornos, localizar a las personas desaparecidas y garantizar la devolución de los bienes saqueados.

Este sentimiento generalizado fue muy bien definido por el Obispo Dawood Sharaf: “es un sentimiento de que ya no somos bienvenidos en nuestra propia casa”.

  1. ¿Cómo recibieron la noticia de la visita del Papa? ¿Fue una sorpresa o era algo esperado?

De hecho, la idea de un viaje a Irak del Papa Francisco no es nueva, sin embargo, era un proyecto que siempre se venía postergando porque tanto desde el punto de vista político como de seguridad no parecía posible.

El Papa Francisco expresó claramente su deseo de viajar a Irak, la tierra de Abraham, una idea que ya tenía en su cabeza desde principios de 2018. Oficialmente fue afirmado por él el 10 de junio de 2019, durante la audiencia a los participantes de la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (Roaco) cuando dijo ” Pienso constantemente en Irak —adonde quiero ir el año que viene— con la esperanza de que pueda afrontar el futuro mediante la búsqueda pacífica y compartida del bien común por parte de todos los elementos de la sociedad, incluidos los religiosos, y no volver a caer en las hostilidades provocadas por los conflictos latentes de las potencias regionales.”

Esta visita es de tal importancia que el Papa emprende el viaje a pesar de los peligros de la Pandemia del COVID-19 para llegar a Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, la patria de los refugiados, la patria de los que han huido de las guerras del terror yihadista. Irá a Mosul, a Qaraqosh, a la llanura bíblica de Nínive, y luego enviará su mensaje desde la llanura de Ur, ligada a la memoria de Abraham, padre en la fe para judíos, cristianos y musulmanes. Son las etapas de un viaje emblemático y profético en la bisagra de Oriente Medio, largamente pensado para superar “los males y las sombras de un mundo cerrado” y dar seguimiento tangible a la encíclica “Fratelli Tutti.” Así, desde las sombras de estos tiempos difíciles se abran otras perspectivas, desde esta región clave florezca el redescubrimiento de un destino común que pueda diluir los contrastes para construir confianza, paz, estabilidad y la esperanza real de un nuevo comienzo.

Es muy importante esta visita del Papa dada “la trágica e injusta experiencia de violencia y terrorismo contra los cristianos y otras minorías” que tantos hemos tenido que soportar. Por eso no puede ser un evento aislado, sino que esta visita tiene que marcar un antes y un después y preservarse en la historia, para poder sanar y revertir la situación de la comunidad cristiana dada la huida masiva de cristianos que, en 2003, año del conflicto que llevó a la caída de Saddam Hussein, eran casi un millón y medio, mientras que hoy se reducen a apenas unos 250.000.

  1. Qué cambios espera en las condiciones de vida de Irak después de esta visita, ¿cuáles son sus esperanzas e ilusiones?

Primero hace falta buena voluntad por parte de los políticos, espero que haya voluntad política de cambiar. Si no hay eso, no habrá paz.

Las armas deben quedar en manos del gobierno y no de los partidos políticos y los grupos paramilitares.

La visita del Papa Francisco, es un “acontecimiento muy importante para nosotros los cristianos”, porque esperamos escucharle decir con la fuerza de nuestros mártires: ¡Basta, basta de guerras, basta de violencia, busquen la paz y la fraternidad y protejan la dignidad humana!

En mi opinión, el Pontífice traerá dos cosas en particular: “Consuelo y esperanza, que hasta ahora nos han sido negados”. Y más allá, en mi opinión, este viaje apostólico puede expresarse en tres palabras: Esperanza, fraternidad y convivencia civil entre los pueblos de Irak.

Estoy muy esperanzando, y voy a tener la gracia de participar en la Divina Liturgia que celebrará el Papa en el estadio de la ciudad de Erbil, y estoy siguiendo el evento a través de los canales por satélite (locales e internacionales). Lo importante es participar en las oraciones que el Papa recitará en todas las ciudades que visitará en Irak por el bien de la paz. Todos debemos unirnos con el Papa para rezar.

  1. Gracias, querido Padre, por su disponibilidad a responder nuestra entrevista y transmitirnos la emoción y la alegría por esta visita en medio de un tiempo que resulta complicado para todos. Le pedimos finalmente que pueda dirigirnos un mensaje final para quienes desde la distancia vamos a seguir paso a paso este evento de Gracia que ustedes están viviendo.

La llegada del Papa Francisco a Irak es muy esperada. En los últimos días, los cristianos y otros iraquíes están todos contentos porque saben bien lo importante que es este acontecimiento para el bien de Irak y de su pueblo.

Debemos dar testimonio de que la fe no es un elemento de conflicto, sino de coexistencia armoniosa. La guerra y la violencia no resuelven los problemas. El camino a seguir debe ser siempre el del diálogo. Puedo decir que esta visita del Papa Francisco no resuelve todos los problemas, pero puede ser un comienzo. El Santo Padre viene para expresar su solidaridad y estar con los iraquíes, no nos ha olvidado. El Papa Francisco llevará mensajes de amor, fraternidad, reconciliación, tolerancia, paz, respeto a la vida y nos invitará a la tolerancia étnica. Invito a todos a rezar por el Papa y por el éxito de esta visita por el bien del país y del pueblo iraquí que tanto sufrimiento tuvo que pasar. Gracias

 

 

 

 

Más muertes por crimen organizado que terrorismo y guerras, revela ONU

ROMA—. En el mundo hay más muertos por crimen organizado que por terrorismo o conflictos armados, según un informe publicado por Naciones Unidas en el que asegura que 464.000 personas en todo el mundo fueron víctimas de homicidio en 2017, superando a las 89.000 que murieron en conflictos armados en el mismo período.

“Si bien sus objetivos pueden diferir, los delincuentes y los terroristas, comparten la necesidad de operar en la sombra, explotando las brechas en las respuestas criminales en y entre los países y regiones. Las tácticas terroristas pueden ser utilizadas por grupos criminales, mientras que los terroristas recaudan fondos a través de actividades criminales”, explica Yury Fedotov, Director Ejecutivo de la UNODC.

Entre estas actividades se encuentra la trata de personas con fines de explotación sexual, los niños soldado y el trabajo forzoso que pueden utilizarse para generar ingresos, atemorizar y reclutar nuevos combatientes.

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“Las conexiones entre el terrorismo y el crimen organizado son complejas, y están cambiando; y se necesita más investigación. Como el Consejo de Seguridad ha reconocido en repetidas ocasiones, abordar los vínculos entre la delincuencia organizada transnacional y el terrorismo requiere que la comunidad internacional trabaje conjuntamente para cerrar las brechas en las respuestas criminales y negar a los criminales y terroristas cualquier refugio seguro”, dice Fedotov.

El informe mundial sobre el homicidio 2019, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito demuestra que la delincuencia organizada es responsable del 19% de los homicidios.

Además, asegura que las tasas de homicidio varían ampliamente. Las cifras de 2017 demuestran que:

Desde que se iniciaron los registros confiables en 1990, la tasa más alta fue la del continente americano: 17,2 por cada 100.000 habitantes. Por encima de la media mundial, 6.1, también estaría África con 13,0.

Asia, Europa y Oceanía estarían por debajo de la media mundial: 2,3, 3,0 y 2,8, respectivamente.

Asimismo, se demuestra que, si bien la mayoría de las víctimas de homicidio son hombres, las mujeres suelen ser asesinadas por sus familiares y parejas.

Detienen a presunto terrorista en catedral de San Patricio

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MANHATTAN, Nueva York—. Apenas dos días después de que la histórica catedral de Notre Dame se incendiara —aparentemente por un cortocircuito eléctrico, según los últimos reportes—, un oficial de seguridad detuvo a un hombre que entró en la catedral de St. Patrick en Manhattan el 17 de abril, con dos recipientes plásticos de gasolina de 2 galones cada uno, dos pomos de combustible encendedor para parrillas de carbón, y dos mecheros, informó un vocero del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).

La Arquidiócesis de Nueva York también confirmó en un comunicado que “no sucedió nada dentro de la catedral”.

El sospechoso bajo custodia fue identificado como Marc Lamparello, un individuo de 37 años de Nueva Jersey que se encuentra cursando el doctorado en Filosofía. Según la Arquidiócesis, el hombre fue detenido mientras intentaba ingresar a la catedral, ubicada en el Midtown de Manhattan alrededor de las 7:55 p.m. con el material inflamable, y entregado a la policía.

La respuesta de NYPD

“Sus respuestas fueron inconsistentes y evasivas, aunque mantuvo una conversación con ellos y cooperó”, dijo el Comisionado Adjunto de Inteligencia y Contraterrorismo del Departamento de Policía de Nueva York, John Miller, durante una conferencia de prensa en las afueras de St. Patrick el 17 de abril. “Su historia básica fue que estaba atravesando la catedral” para llegar a la avenida Madison, porque su minivan se había quedado sin gasolina”.

Las autoridades dijeron que tras confirmar la coartada y revisar el vehículo de Lamparello, encontraron que no estaba sin gasolina.

“Creo que si agregamos a eso los eventos sucedidos con el incendio de la icónica catedral Notre-Dame esta semana y toda la publicidad en torno a eso”, no existen muchas dudas de sus intensiones reales señaló Miller.

Catedrales alrededor de los Estados Unidos

Las técnicas de prevención, detección y sofocado de incendios de última tecnología son imperativas en las catedrales de los Estados Unidos para evitar la devastación sucedida en Notre Dame al comenzar la Semana Santa.

Uno de los extintores de incendios de la catedral de San Patricio. Las catedrales de EE.UU. cuentan con técnicas antiincendios de alta tecnología para evitar la devastación que sucedió en la catedral de Notre Dame en París, además de un extremo sistema de vigilancia. (CNS/ Gregory A. Shemitz)

Mons. Robert T. Ritchie, rector de la Catedral de San Patricio en Nueva York, supervisó una restauración reciente y extensa que incluyó el reemplazo del sistema tradicional de extinción de incendios en la iglesia de 140 años. Mons. Ritchie confesó a Catholic News Service que uno de sus mayores temores durante el proyecto de restauración era que se produjera un incendio. El rector dijo que rezaba diariamente para que el edificio y los trabajadores estuvieran a salvo del fuego.

La arquitectura de la Catedral de San Patricio “tiene algunas similitudes con Notre Dame, con su ático de antiguos vigas de roble”, dijo. “Por supuesto, las nuestras no tienen 800 años, pero sigue siendo una preocupación, porque es una madera antigua y muy seca”.

El rector también dijo que el Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York (NYFD) realiza una importante inspección anual de la catedral. Además, hacen tres o cuatro visitas más cada año para practicar subir al ático y maniobrar allí. Casualmente, los miembros del departamento de bomberos realizaron un simulacro de práctica el mismo día del incendio de Notre Dame, el 15 de abril.

El NYFD respondió a una alarma de incendio menor reciente causado por una brasa de uno de los palo usados para encender una vela votiva. Aunque se extinguió rápidamente con un extintor, la alarma se disparó, y los bomberos llegaron y revisaron para asegurarse de que no existía ningún peligro de incendio.

—Contribuyó a este informe CNS.

Oscar López Rivera: ¿honor o terror?

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Oscar López Rivera. Foto: colorlines.com

EL PRÓXIMO 11 DE JUNIO miles de personas saldrán a las calles de nuestra ciudad para participar en el tradicional y multitudinario Desfile Puertorriqueño de Nueva York. Como es tristemente habitual en estos tiempos, la policía y los servicios de seguridad trabajarán sin descanso para evitar el horror de un ataque terrorista, que esta ciudad conoce tan bien; y para que los participantes disfruten la fiesta y regresen a sus casas sanos y salvos.

El 24 de enero de 1975, los clientes que almorzaban en la histórica Fraunces Tavern del Bajo Manhattan no tuvieron esa suerte. Ese día, a la 1:29 p.m., la hora a la que habitualmente el restaurante estaba más concurrido, explotó una poderosa bomba de fragmentación que lanzó clavos y metralla en todas las direcciones.

Cuatro comensales murieron y 43 resultaron heridos. La explosión fue tan potente que arrancó de su base una escalera de mármol y cercenó la cabeza de una de las víctimas. Fue el peor de los más de cien atentados con bombas perpetrados por las FALN (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña).

El comité organizador del Desfile Puertorriqueño ha decidido homenajear este año a Oscar López Rivera, dirigente y fundador de las FALN. Tras cumplir casi 35 años de prisión por conspiración sediciosa, robo con fuerza y transporte de armas de fuego y explosivos, Oscar López Rivera fue perdonado por el presiente Obama en enero pasado. Sus defensores aducen que nunca estuvo implicado en los actos de terrorismo y que, por el contrario, es un símbolo de la resistencia puertorriqueña ante el dominio estadounidense.

A su regreso a la Isla, Oscar López Rivera afirmó: “Solo vengo a trabajar por Puerto Rico, a luchar para que el futuro sea digno para Puerto Rico y que logremos la nación de lo que soñamos ser”.

No tiene sentido afirmar que el dirigente
de un grupo que puso más de 120 bombas
nunca haya estado implicado
en actos terroristas.

Sus críticos señalan que las FALN de Oscar López Rivera eran una organización marxista-leninista cuya meta era establecer un régimen comunista en Puerto Rico… y que su método de lucha era el terrorismo, y que no tiene sentido afirmar que el dirigente de un grupo que puso más de 120 bombas nunca haya estado implicado en actos terroristas. La decisión de homenajearlo ha hecho que el desfile pierda importantes patrocinadores. La empresa Goya, que ha financiado el evento desde sus inicios, la Sociedad Policías Hispanos y la Sociedad de Bomberos Hispanos de la Ciudad de Nueva, AT&T, los New York Yankees, la aerolínea JetBlue y la cadena televisiva Univision, entre otros, han decidido no participar este año.

El 25 de mayo, en declaraciones al programa radial “Pegao’s en la mañana”, López Rivera hizo un llamado a boicotear a todas las entidades que retiren su patrocinio al Desfile Puertorriqueño de 2017.

Una historia más larga

La decisión de homenajear a Oscar López Rivera no ocurre en el vacío. En estos momentos Puerto Rico enfrenta una catastrófica situación económica, financiera y política. El 3 de mayo el gobierno de la Isla se declaró en bancarrota ante la imposibilidad de pagar su deuda de 70 mil millones de dólares. Tras casi 120 años de dominio colonial y tortuosa cohabitación con Estados Unidos, la Isla del Encanto parece estar tocando fondo.

Estados Unidos arrebató la Isla a España tras la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898. La relación colonial de más de un siglo ha supuesto un largo rosario de humillaciones para los puertorriqueños. La situación actual es el resultado de una historia en la que el gobierno de los Estados Unidos tiene una responsabilidad esencial.

A protester holds a Puerto Rican flag during a march to improve healthcare benefits in San Juan, Puerto Rico, Nov. 5, 2015. An oversight financial board filed paperwork May 3 to protect the U.S. territory from creditors, allowing Puerto Rico to begin to restructure its $72 billion debt. (CNS photo/Alvin Baez, Reuters) See PUERTO-RICO-BANKRUPTCY May 5, 2017.‏
Foto: CNS/Alvin Baez, Reuters

Una reveladora coincidencia

El mismo 11 de junio, mientras los puertorriqueños celebran su identidad y su cultura desfilando en Nueva York, en la Isla se llevará a cabo un referendo para definir el estatus de Puerto Rico. Será la quinta vez que los boricuas votan para elegir entre ser un país independiente, convertirse en un estado de Estados Unidos o mantener la situación actual de “estado asociado”.

El primer plebiscito se realizó en 1967 y el más reciente en 2012. En este último, la independencia logró más votos que las tres veces anteriores, pero aun así quedó por debajo del 6% de los sufragios. Esa es quizás la consecuencia más traumática de los 120 años de dominio estadounidense: casi el 95% de los puertorriqueños de la Isla no optarían por la independencia.

Puerto Rico merece que su identidad y su dignidad sean respetadas —y que sus hijos decidan libremente el destino de la nación. Para lograrlo, se requiere tomar consciencia de lo que ha sido la historia puertorriqueña de los últimos dos siglos. Y se necesita también proponer un plan de futuro y una manera de implementarlo.

La lucha por la independencia comienza
por una refundación del proyecto de nación
que cambie los porcentajes de votos del plebiscito.

La lucha por la independencia comienza por una refundación del proyecto de nación que cambie los porcentajes de votos del plebiscito. Concebirlo, proponerlo e implementarlo es tarea dificilísima. En ese sentido, ponerse a fabricar la independencia con bombas parece no sólo inmoral, sino también una declaración de derrota.

Ese era el plan de López Rivera para Puerto Rico: lograr la independencia a fuerza de bombazos y establecer luego una dictadura comunista en la Isla. Cuatro décadas después, no ha cambiado mucho de opinión: ante la caótica situación que vive Venezuela, ha expresado su entusiasta apoyo al gobierno cada vez más dictatorial, corrupto e inepto de Nicolás Maduro. Este homenaje a López Rivera es —quiérase o no— un tributo a una doctrina retrógrada y antidemocrática, y a un método de lucha criminal.

La historia de Puerto Rico es dolorosa… y su situación actual desoladora. La búsqueda de soluciones será tan difícil como urgente. Este 11 de junio debería ser un día dedicado a buscar esas soluciones en las urnas y mirar al futuro, no a regodearse en la nostalgia de una ideología que hace 42 años sembró el caos y la muerte a la hora del almuerzo en Fraunces Tavern.

Reflexiones del papa Francisco

Pope Francis attends a Nov. 5 meeting at the Vatican with participants in the third World Meeting of Popular Movements, a collection of grass-roots organizations of the poor, the underemployed, indigenous communities and farmworkers. (CNS photo/L'Osservatore Romano via EPA) See POPE-POPULAR-MOVEMENTS Nov. 5 2016.
CNS photo/L’Osservatore Romano

LAS PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO durante el Tercer Encuentro Mundial de Movimientos Populares sirvieron de bálsamo de sabiduría espiritual en medio de la incertidumbre mundial que se vive a raíz de la violencia en el Medio Oriente, las elecciones estadounidenses y la inseguridad global.

“Ningún pueblo, ninguna religión es terrorista”, indicó el Santo Padre en su discurso en Roma, días antes de los comicios electorales estadounidenses y la incursión de tropas iraquíes en el califato del Estado Islámico en la abatida ciudad de Mosul.

“Hay un terrorismo de base que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera. De ese terrorismo básico se alimentan los terrorismos derivados como el narcoterrorismo, el terrorismo de estado y lo que erróneamente algunos llaman terrorismo étnico o religioso. El sistema injusto que favorece esos movimientos, ese sistema es terrorista”, indicó.

El Papa alabó el trabajo de los Movimientos Populares que buscan resaltar la importancia del ser humano en la sociedad. En este sentido, advirtió que “hay fuerzas poderosas que pueden neutralizar este proceso de maduración”. Francisco advirtió contra el miedo y la tentación de construir muros como forma de combatirlo. “Los ciudadanos que aún conservan algunos derechos son tentados con la falsa seguridad de los muros físicos o sociales”.

“Muros que encierran a unos y destierran a otros. Ciudadanos amurallados, aterrorizados, de un lado; excluidos, desterrados, más aterrorizados todavía, del otro. ¿Es esa la vida que nuestro Padre Dios quiere para sus hijos?”.

“El miedo es un buen negocio para los mercaderes de armas y muerte”, resaltó, y “nos debilita, nos desequilibra, destruye nuestras defensas psicológicas y espirituales, nos anestesia frente al sufrimiento ajeno y al final nos hace crueles”.

Para el Santo Padre, “la misericordia es el mejor antídoto contra el miedo. Es mucho mejor que los antidepresivos y los ansiolíticos. Mucho más eficaz que los muros, las rejas, las alarmas y las armas. Y es gratis: es un don de Dios”.

Monseñor Salvador Piñeiro: Muchas cosas nos separan, pero la fe nos une

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Monseñor Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, leyendo Nuestra Voz durante su visita a la Diócesis de Brooklyn. Foto: Jorge I. Domínguez-López

MONSEÑOR SALVADOR PIÑEIRO es arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Hombre cálido y afable, de sonrisa franca y palabra sabia, monseñor Piñeiro vino a celebrar la esta del Señor de los Milagros con los emigrantes peruanos que viven en nuestra área metropolitana.

También vino a nuestra diócesis de Brooklyn para reunirse con monseñor Nicholas DiMarzio, obispo de la llamada “Diócesis de los Inmigrantes”. Durante su visita, monseñor Piñeiro conversó con Nuestra Voz y grabó una entrevista para NET TV.

Sabemos del prestigio de que goza monseñor Piñeiro entre sus hermanos obispos del Perú y en todo el país. En nuestra conversación mostró su desvelo por los más necesitados de su arquidiócesis y por los emigrantes peruanos. Y un sentido del humor que nunca le falla.

Éste es el resumen de nuestra plática.

JID: Monseñor, ¿qué lo trajo a Nueva York?

Monseñor Piñeiro: Vine a celebrar la misa del Señor de los Milagros con los peruanos en San Patricio, con el cardenal Dolan. Es una devoción muy nuestra, que nació de la piedad del pueblo peruano, cuatricentenaria,.

Y quería agradecer también a losa padres palotinos lo que hacen en una parroquia de mi diócesis, en los Andes peruanos. Y tenía que venir a Brooklyn a agradecerle a mi hermano, monseñor Nicholas DiMarzio, porque ésta es la diócesis de los emigrantes.

JID: ¿Y cómo es su diócesis?

Monseñor Piñeiro: Estoy a 2.700 metros de altura, entre la capital, Lima, y Cuzco, a mitad del camino está Ayacucho, enclavada en los Andes. Es un pueblo que ha sufrido mucho porque allí nació en 1980 este movimiento demencial, el Sendero Luminoso, que ha diezmado las comunidades. Es una comunidad donde hay gente con muchas heridas: 16.000 desaparecidos y 60.000 muertos. Hay mucho dolor, mucha tristeza, pero es un pueblo que sufre, pero que cree.

JID: Desde la experiencia de Perú, ¿qué se puede decir a los países como Colombia que están iniciando un proceso de paz?

Monseñor Piñeiro: Hemos tenido una comisión de la reconciliación y la verdad para saber bien los datos, encontrar pistas de solución. Tengo equipos de reflexión: por ejemplo, los padres jesuitas me acompañan en unos programas para sanar esas heridas, para acompañar a esas comunidades donde ha habido conflictos.

Y ahora, felizmente, ya está diezmado el grupo de terroristas, que se han convertido algunos en mercenarios del narcotrá co. Porque en mi zona la coca es la planta más fácil de sembrar: tres cosechas al año, sin ningún esfuerzo, y muy bien remuneradas.

Y el problema también —vayamos por partes— es quién lo consume. Un kilo de coca trabajado en mi tierra cuesta 6.000 dólares. Y aquí y en Europa valer 25.000, 30.000. Allá se produce y aquí se consume.

JID: Además de ser arzobispo de Ayacucho, usted es el presidente de la CEP. ¿Es un premio o un castigo?

Monseñor Piñeiro: Cuando me reeligieron mis hermanos obispos, les dije: «Gracias por el honor, pero ayúdenme a llevar al carga». Es la teología de San Agustín, honor y fatiga. Somos 48 obispos, de 45 diócesis. Creo que es una experiencia interesante, de comunión, de fraternidad.

JID: ¿Cómo ven los obispos de Perú el fenómeno de la emigración de sus compatriotas.

Monseñor Piñeiro: Una preocupación muy grande, sobre la que hemos reflexionado los obispos del Perú, son los que vienen a buscar trabajo indocumentados. Pasan años… y a veces forman otras familias aquí. Entonces se complica, es un drama. Tenemos que cuidar mucho al migrante para que no pierda esa relación con su familia. Ojalá pudiesen venir también los hijos, la esposa. Pero hay que cuidar mucho el hogar que han dejado en la patria.

JID: Una regularización de la situación migratoria ayudaría a la estabilidad de los hogares también. ¿verdad?

Monseñor Piñeiro: Por supuesto. Y yo agradezco el trabajo que hace la Iglesia para darles reconocimiento, facilidades a los migrantes. Y eso lo agradecemos muchísimo… Yo pienso mucho en la familia de Jesús, lo que signi có ir a Egipto. [Fueron] ocho años con un idioma distinto, sin un familiar que los apoyara. La Familia de Nazaret conoció el destierro, la emigración, el exilio. Este mismo proceso migratorio lo tengo yo en mi diócesis. Cuántos vienen de las zonas altas, de las zonas más pobres, a la ciudad. Y entonces hay que acompañarlos. Y no hay trabajo, y a veces están solos…

JID: Todos somos migrantes, de un modo u otro.

Monseñor Piñeiro: Dice San Pablo: “Somos ciudadanos del cielo”. Caminamos a la casa del Padre y lo hacemos de la mano con Jesús. Dando esos signos de amor, viviendo el mandamiento que él nos dio.

JID: ¿Tiene un mensaje para los peruanos de nuestra diócesis?

Monseñor Piñeiro: Ya he agradecido a monseñor DiMarzio el cariño, la acogida a mis compatriotas. Con inmensa satisfacción me dirijo a mis hermanos que han venido del Perú. No es fácil ser migrante. Pero sé cómo los acogen aquí en esta Iglesia de Brooklyn, cómo los recibe mi querido hermano monseñor DiMarzio.

En el Perú muchas cosas nos dividen: las economías, las ideologías, la geografía, ¡pero cómo nos une ese amor al Señor de los Milagros! A ese Cristo que desde la cruz nos abre el cielo porque somos hijos de Dios. Las imágenes… ¡cuánto nos enseñan! Y hay que grabar esa imagen en nuestro corazón, como está grabada en el barro de la pared de Nazarenas en Lima. Pero también hay que llevar a ese Jesús como lo hacemos en sus andas, para que en nuestras familias reine la unión, para que en nuestros barrios se viva en espíritu de comunidad, para que en el mundo del trabajo, del estudio, las relaciones sean fraternas, de amistad. Para todos mis hermanos del Perú, especialmente quienes están en Brooklyn, mi cariño, mi bendición en nombre de los obispos de mi patria.

Agradezco a los pastores que los guían aquí; que sepan que los queremos mucho y que les deseamos éxitos en su vida personal, en el amor de la familia, en el apostolado de la Iglesia. Que los acompañe siempre la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

JID: Monseñor, muchísimas gracias.

Francia está más cerca

JuanadeArco01Hace un año, a las once de la noche del 14 de julio de 2015, observé con mi mujer y mis hijos los fuegos artificiales que brotaban desde la Torre Eiffel por el aniversario de la toma de la Bastilla. Estábamos parados en el Ponts des Arts, frente al Louvre.

Aunque mi entusiasmo por la Revolución Francesa es escaso y siempre matizado por la consciencia de sus excesos, me emocionó escuchar a los jóvenes que, encendidos de patriotismo y vino de Borgoña, gritaban a nuestro lado: Vive la France! Vive la République! Pronto mis hijos gritaban también Vive la France!

Mi emoción no era precisamente republicana, sino íntima. Al fin y al cabo a uno se le fue la niñez —¿a quién no?— leyendo Los tres mosqueteros, Veinte mil leguas de viaje submarino o El conde de Montecristo; y los años de la adolescencia leyendo a Hugo y a Balzac y a Zola y más tarde al resto.

De algún modo Francia es la patria de todos, de un modo que ningún otro país lo es. Aunque no lo entiendan los que dicen que es una hipocresía estremecerse por Niza o París más que por Peshawar o Lahore. Es una hipocresía, sí, como lo es conmoverse más por la muerte de tu abuela que por la de cualquier otra anciana que haya partido el mismo día.

Como la abuela, Francia está más cerca. Y las tragedias de Francia nos golpean más duro, más al centro. Y uno siente que en Francia se juega el destino propio de una manera más clara que en Paquistán o Indonesia. Sería una hipocresía pretender que es de otro modo.

Hoy los cristianos rezamos por Francia. Cada quien rezará a su modo. Yo rezo a santa Juana de Arco. Estos son días de horror, y la intercesión que Francia necesita parece ser la de la Doncella de Orleans. Y su valor.

Masacre de primavera

Hace un año escribíamos aquí sobre las ordenaciones sacerdotales y sobre la matanza ocurrida unos días antes en Iglesia Episcopal Metodista Africana Emmanuel, de Charleston, Carolina del Sur.

Vuelven las ordenaciones, San Juan, el 4 de Julio… y otra matanza. Alguien podría pensar que las matanzas de decenas de personas son ya un suceso recurrente, como la llegada del verano o el fin de año. Los datos del horror más reciente son conocidos: en la madrugada del 11 al 12 de junio, un joven de 29 años, nacido en Estados Unidos, musulmán y de padres afganos, entró en un club nocturno gay en Orlando, Florida, y asesinó a 49 personas, dejando heridas a más de cincuenta.

vigil_orlando_us_embassy_US EMBASSY : CREATIVE COMMONS

¿Estaba Omar Mateen tan poco integrado a la sociedad norteamericana, a la cultura occidental, que decidió seguir los llamados del Estado Islámico y matar a 49 personas en un club gay? ¿O era, en cambio, un producto típico de la sociedad norteamericana, un hombre que decidió un buen día comprarse un fusil semiautomático y matar a la mayor cantidad de personas, como han hecho otros tantos?

Quién sabe. El hecho es que la noche terminó con 49 personas muertas, 53 heridas y un país crispado. Algunos no ven relación alguna entre el crimen y el fácil acceso a las armas de fuego. Otros no perciben en él las huellas del terrorismo islámico. Y aun otros no parecen tener consciencia de que fue un ataque contra la comunidad gay. Cada grupo parece ignorar una parte del horror. Pero la masacre de Orlando fue una amalgama de locura y maldad donde todos esos ingredientes se confunden.

Buena parte de los miembros de la NRA, por ejemplo, nos dicen que restringir la posesión de armas no disminuiría la cantidad de asesinatos múltiples que se cometen en el país. Algunos consideran cualquier límite a la tenencia de armas como una violación de la Segunda Enmienda. Pero la lógica sugiere que cuantas más armas haya entre la población, más homicidios se cometerán con ellas.

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¿La Segunda Enmienda permite que haya un misil tierra-aire en cada casa? ¿Cómo nos sentiríamos entonces al subir en un avión? ¿Tiene cada persona derecho a comprar una pequeña bomba atómica para defensa propia? Es obvio que ciertos límites son imprescindibles. No es posible vivir en sociedad sin regular la tenencia de armas. No es serio decir que cada propuesta de regulación es inconstitucional.

Debe haber un diálogo continuo en que todas las partes participen responsablemente.

Por otra parte, la industria de armamentos y sus defensores públicos se oponen a cualquier restricción. Cada nuevo control puede suponer miles de millones de pérdidas. ¿Es posible tener un diálogo serio sobre el tema cuando hay voces poderosísimas tratando de evitarlo?

La actual Administración, por su parte, y ciertos sectores liberales de la sociedad americana, están convencidos de que la matanza de Orlando no fue un ejemplo de terrorismo islámico. De hecho, al publicar transcripciones de las conversaciones que sostuvo Omar Mateen con la policía durante el sitio del club Pulse de Orlando, el Departamento de Justicia borró las referencias a ISIS y al Islam, y reemplazó las menciones de “Alá” con “Dios”.

Sabido es que la actual administración se niega a usar la frase “terrorismo islámico” al referirse a sucesos como los de Orlando o París. Una cuota de cortesía, se dice, es siempre eficaz. La mutilación de la transcripción de las llamadas de Omar Mateen parece indicar una ceguera voluntaria. La idea de que las maneras corteses o la negación de la realidad son la estrategia apropiada para enfrentar el terrorismo de inspiración islámica es una ilusión peligrosa.

Hemos escuchado también en estos días a muchos líderes religiosos condenar la masacre. Junto a la compasión y la solidaridad con las víctimas, sin embargo, se nota a veces cierta reticencia a decir claramente que ésta fue una masacre planeada y realizada contra la comunidad gay. Es una comunidad que se siente particularmente vulnerable y devastada, porque los gays y lesbianas durante siglos han sido víctimas de discriminación, acoso y rechazo.

En general, ni los católicos y ni los hispanos hemos sido ejemplo de caridad cristiana en la manera de tratar a los gays y a las lesbianas. En estos días de dolor y temor, se hace más necesario que nunca ofrecer nuestra solidaridad y oraciones a quienes no siempre hemos tratado como hermanos.

La inmensa mayoría de las víctimas de esta carnicería fueron jóvenes hispanos. Como se ha dicho antes en esta columna, todas las tragedias resuenan en la Diócesis de Brooklyn, porque en su policromía es como un retrato del mundo. Esta vez, la masacre nos toca muy de cerca a los que hablamos con Dios en español.

Y la oración es la respuesta primera del cristiano ante el horror. Pero la oración puede convertirse en un ejercicio de piedad vacía si no se traduce en actos. En el Año de la Misericordia hemos asistido a una carnicería inmisericorde. Una carnicería donde se mezclan muchos de los pecados que como sociedad cargamos. La respuesta cristiana supone también la disposición a reconocer lo que debemos cambiar, a solidarizarnos con quien sufre y a tratar de remediar las causas de su sufrimiento.

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La mano del terror en Bruselas, estela de muerte en el corazón de Europa

Dos ataques suicidas coordinados dejaron un saldo de por los menos 34 muertos y más de 130 heridos en Bruselas, capital de Bélgica y centro financiero y cultural de la Unión Europea.

Todo comenzó a las ocho de la mañana del 22 de marzo con una serie de explosiones en el aeropuerto de Zaventem, que causaron la muerte de por los menos 14 personas y dejaron a decenas de heridos, según los reportes de la agencia de noticias belga que citaba los informes inmediatos de los bomberos de la ciudad.

La fiscalía capitalina informó que se trataba de la autodetonación de un atacante vistiendo un chaleco suicida y un posible explosivo colocado dentro de una maleta dejada en el despacho de boletos. Se reportó que las detonaciones ocurrieron en el área no asegurada de las terminales y cerró el puerto aéreo, como parte de un operativo de emergencia y evacuación masiva.

Una hora más tarde, otra serie de explosiones cimbró por lo menos dos estaciones del metro subterráneo en el centro de Bruselas, con un saldo de 15 muertos y decenas de heridos, muchos de ellos de gravedad. Ríos de personas evacuaban el área en lo que parecía un éxodo humano en una zona de guerra, según reportes de Reuters y Prensa Asociada.

Los ataques ocurrieron a pocos días del arresto de uno de los cabecillas de los sangrientos atentados en París en noviembre pasado, Salam Abdeslam, quien fuera capturado en un barrio musulmán de Bruselas, a unas puertas de la residencia de sus padres. Las autoridades belgas habían anunciado su preocupación de que durante el arresto se habían hallado artefactos explosivos y documentos que señalaban que se estaba tramando otro inminente ataque terrorista en la región, advirtiendo que estaban en busca de otro peligroso individuo de nombre Najim Laachraoui, de 24 años, del cual temían pudiera estar planeando otro atentado.

Las autoridades belgas y francesas cerraron su frontera común e intensificaron la cacería humana de Laachraoui y otros posibles involucrados en este ataque, a la vez que evacuaban el Palacio Nacional y pedían a la población que se mantuvieran en sus hogares.

Los informes preliminares señalan que la policía belga había descubierto más miembros de la misma célula terrorista autora de los ataque de París y cuyos cabecillas pudieran haber adelantado sus ataques tras el arresto de Abdeslam para desviar la atención de las autoridades y poder huir a Siria, según informes oficiales de expertos en seguridad internacional.

Noche de terror en París

La mano del odio terrorista mancilló la paz de la noche parisiense del 13 de noviembre dejando un saldo de 130 muertos, más de 350 heridos y millones sumidos en el horror. La mayoría de las víctimas murieron asesinadas en el teatro Bataclan en donde varios de los terroristas arremetieron a balazos contra los asistentes de un concierto de rock y ejecutaron una por una a las personas que se habían tirado al suelo para protegerse.

El terror se regó como la pólvora con otros tiroteos en diversos restaurantes de la ciudad y tres explosiones en los alrededores del estadio Stade de France, en donde se jugaba un partido amistoso de fútbol entre las selecciones de Alemania y Francia. El presidente de Francia, François Hollande, estaba presente en el estadio y fue evacuado tras las detonaciones, según informó EFE.

“Los cielos se han oscurecido”, dijo el Presidente de Francia ante la prensa, a la vez que conmovido anunciaba al mundo entero que se trataba de un “acto de guerra” contra su país. El mandatario también declaró un estado de emergencia y ordenó el cierre de las fronteras de Francia. El grupo terrorista ISIS reclamó la autoría de los hechos.

A las 48 horas de los atentados, los victimarios fueron identificados, dejando al descubierto una red de terrorismo yihadista con complejas ramificaciones en Bélgica, Turquía y Siria, de acuerdo a informes de Prensa Asociada.

El fiscal del Estado francés, François Molins, anunció que los atentados habían sido realizados por tres equipos de terroristas perfectamente sincronizados y con conocidas complicidades internacionales. Seis de los atacantes murieron haciéndose detonar, otro fue abatido por la policía. La policía francesa lanzó una orden internacional de búsqueda y captura contra Abdeslam Salah por su presunta implicación en los atentados.

Mientras tanto, Francia lanzó un masivo bombardeo sobre la ciudad de Raqqa, el bastión del Estado Islámico en Siria, según informes del Ministerio de Defensa francés. El operativo inicial incluyó por lo menos doce aviones de guerra que arrojaron más de veinte misiles sobre un centro de mando del grupo ISIS, un centro de reclutamiento, un arsenal y un campo de entrenamiento.

Una de las revelaciones más preocupantes ha sido el hecho de que uno de los atacantes había ingresado a Francia infiltrado en un grupo de refugiados sirios que inicialmente había llegado a Grecia huyendo de la violencia en su país.

Líderes del mundo contra el terrorismo

Reunidos en Turquía durante la Cumbre Mundial del grupo G-20, los principales mandatarios de las naciones más poderosas del planeta condenaron los ataques terroristas en París a la vez que se comprometieron a buscar vías para erradicar la red de terrorismo del Estado Islámico.

El presidente Barack Obama, Vladimir Putin, de Rusia, el presidente chino Xi Jinping y otros líderes congregados en la ciudad mediterránea de Antalaya dos días después de los ataques, reiteraron su apoyo a Francia. “Estamos en solidaridad con Francia en la cacería de los autores de este crimen y no descansaremos hasta que se haga justicia”, dijo el presidente Obama luego de sostener conversaciones con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, anfitrión del evento.

Por su parte, el primer mandatario ruso, Vladimir Putin, sostuvo que para vencer el terrorismo global “toda la comunidad internacional tendría que unir sus esfuerzos”. Putin se convirtió en figura clave del encuentro ya que Rusia había comenzado en septiembre una poderosa campaña militar aérea contra los grupos extremistas en Siria en medio de serias sospechas de Occidente de que los bombardeos solo se realizaban para apoyar el régimen de Bashar al-Assad. Pero en la Cumbre del G20, Putin y Obama afirmaron que los ataques en París han intensificado la necesidad de solucionar conjuntamente el conflicto sirio. La oficina de prensa de la Casa Blanca informó que las conversaciones entre ambos presidentes duraron unos 35 minutos y las calificó como un “debate constructivo”, de acuerdo a informes de prensa.

Y es que los sangrientos sucesos de París ensombrecieron la cumbre con la mancha del terror, que hoy por hoy se ha convertido en una amenaza mundial. Entre los temas del encuentro estuvieron la crisis de los refugiados sirios, el terrorismo, el cambio climático y la evasión de impuestos, según informara la agencia EFE.