¿Por qué no deberían renunciar a las redes sociales durante la Cuaresma este año?

Mons. Michael Olson, obispo de Fort Worth, desea que las personas tengan en cuenta estas tres preguntas con respecto al uso de las redes sociales: ¿Es necesario decir esto? ¿Me toca a mí decirlo? ¿Y lo estoy diciendo de una manera edificante o destructiva?

Mediante esas interrogantes, el obispo encuentra una alternativa al sacrificio habitual de Cuaresma de plataformas como Facebook y Twitter.

De hecho, Mons. Olson, junto con otros obispos y sacerdotes, desaconsejan renunciar a las redes sociales durante estas seis semanas en que nos preparamos para la Pascua.

“No estoy tan seguro de que tengamos que hacer eso, especialmente porque ese es un medio por el cual el mundo está tratando de comunicarse”, dijo el obispo Olson.

Las redes sociales han contribuido a la división en el país y los formatos a menudo limitan el diálogo real. Pero, al mismo tiempo, los líderes católicos las han utilizado para evangelizar, conectarse con los feligreses y difundir los mensajes de fe.

El papa Francisco envía tweets diarios en varios idiomas a más de 52 millones de seguidores desde al menos nueve cuentas diferentes de Twitter.

Los prelados de los Estados Unidos suelen alcanzar los miles —y en algunos casos a cientos de miles— de seguidores a través de Twitter.

El obispo Olson comparte mensajes con casi 7,000 seguidores en su cuenta de Twitter. Mons. Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn, llega a casi 10,000 personas en múltiples plataformas.

Mons. DiMarzio reconoce tanto los aspectos positivos como los negativos de las redes sociales.

Es positivo en el sentido de que puede ser “un medio real para el crecimiento espiritual”, pero negativo cuando la gente se pierde en él.

“Demasiado de cualquier cosa no es bueno, pero si sabe usarse con discernimiento, puede ser muy provechoso en momentos específicos”, dijo el obispo DiMarzio. “A veces sabemos que alguien está sufriendo o que alguien tuvo un problema y lo contactamos a través de las redes sociales y eso puede ser útil. Es una labor muy positiva para la Cuaresma. Entonces, no es algo que sea malo en sí mismo. Así es como lo usamos”.

“El objetivo es liberarnos de las cosas inútiles para que podamos concentrarnos en las importantes, y esa es nuestra relación con Dios, y de eso se trata la Cuaresma”.

Mons. Felipe Estévez, obispo de St. Augustine, agregó que a través de la pandemia, Facebook es la forma en que llega a los familiares más jóvenes. Dijo que la gente no debería “despreciarlo, porque es un avance en la forma de comunicación”.

Sin embargo, una cosa que sugiere el obispo Estévez es que las personas continúan buscando el contacto humano directo dentro de los protocolos de seguridad de COVID-19.

Otra razón por la que los prelados desaconsejan rechazar las redes sociales es que la transmisión en vivo en plataformas como Zoom se ha convertido en un elemento central de la evangelización desde el comienzo de la pandemia.

Y esto es algo que parece que no va a cambiar tan pronto.

La mayoría de las iglesias ahora están aprovisionadas con equipos de video para que los feligreses puedan sintonizar la Misa desde casa cada semana.

Especialmente con más de diez meses de refinamiento, como señala el padre Patrick West de la iglesia St. Sebastian en Queens, hoy están “años luz” por delante de donde estaban.

El obispo Olson dijo que la transmisión en vivo les permite conectarse con personas que no pueden asistir a Misa, pero también con personas que no iban a la iglesia antes de la pandemia.

“Es una manera de que estén presentes y también un medio para conocerlos, sin que esto signifique un reemplazo de la participación y presencia obligatoria en la misa dominical”, dijo Mons. Olson.

Puede tener un impacto similar en la educación religiosa, agregó el obispo.

“Medios como Zoom y la transmisión en vivo pueden reforzar lo que ya estamos haciendo con la formación y la catequesis en persona. Es una forma de consolidar lo que estamos enseñando en presencia de la familia y catequizar a todos en casa”, dijo.

Para el padre Michael Callaghan de la Asunción de la Santísima Virgen María en Brooklyn, las redes sociales deberían ser parte de una reflexión más amplia para la Cuaresma que no necesita incluir sacrificios.

“No estoy seguro de que la gente necesite renunciar a mucho en este momento”, dijo el padre Callaghan. “Creo que lo que deben hacer es elegir cómo emplean su tiempo, cómo usan su tecnología y cómo se comunican entre sí de una manera lo más personal posible. Eso nos ayudará a comenzar a sentar las bases de cómo vamos a reconectarnos después de que termine la pandemia”.

Censura en redes sociales aumenta popularidad de una aplicación que prioriza la libertad de expresión

“Examinar con el fin de suprimir o eliminar cualquier cosa considerada objetable”, así es como el diccionario Merriam-Webster define el verbo “censurar”.

La censura generalmente se asocia con el temor de que un gobierno intente pisotear la libertad de expresión. Algo verdaderamente antiestadounidense, considerando que la Primera Enmienda de Estados Unidos a su Constitución dice que el Congreso, entre otras cosas, “no podrá legislar ninguna ley” que prohíba la libertad de expresión o de prensa.

Sin embargo, en las últimas semanas, miembros del Congreso han afirmado que las plataformas de redes sociales como Twitter y Facebook han censurado información de políticos conservadores o de funcionarios gubernamentales que trabajan para ellos.

El redoble contra la social media tradicional se aceleró en los meses previos a las elecciones del pasado 3 de noviembre, cuando los conservadores afirmaron que algunas plataformas habían estado censurando sus puntos de vista. Entre los denunciantes se encontraba el Partido Conservador del Estado de Nueva York, con sede en Brooklyn, que tuvo suspendida su cuenta de Twitter tres veces durante los primeros ocho meses de este año.

Esta copa de ira derramó su última gota en octubre durante una audiencia del Comité de Comercio del Senado de Estados Unidos, cuando Ted Cruz, senador republicano por el estado de Texas, cuestionó al director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, por censurar los tweets del New York Post.

El periódico denunció que su cuenta de Twitter había sido bloqueada a mediados de octubre cuando trató de publicar sus artículos sobre los negocios de Hunter Biden, hijo de Joe Biden. Twitter y Facebook habían limitado la presencia del artículo en sus plataformas porque cuestionaron la veracidad de algunos de los detalles relacionados con los correos electrónicos tomados de un laptop propiedad del hijo del vicepresidente. Dijeron que la información parecía haber sido “pirateada”.

Cruz cuestionó si Twitter tenía la “capacidad de influenciar y cambiar los resultados de las elecciones” a lo que Dorsey respondió con una negativa. Pero Cruz también señaló que Twitter no bloqueó los tweets de The New York Times que supuestamente se basaban en copias de las declaraciones de impuestos del presidente Trump.

“Ese material se basó en algo que se distribuyó violando la ley federal y, sin embargo, Twitter permitió que la gente lo hiciera circular”, dijo Cruz. “Pero cuando el artículo criticaba a Joe Biden, Twitter se dio a la tarea de censurar y silenciar”.

Otra queja surgió después de la audiencia del Comité del Senado cuando el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, acusó a Twitter de censurar a un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) por su tweet sobre la construcción del nuevo muro en la frontera sur. Según reza el tweet: “Cada milla nos ayuda a prevenir que pandilleros, depredadores sexuales y drogas entren al país. Es un hecho, los muros funcionan”.

Pero en una carta a Dorsey, Wolf declaró que los moderadores de Twitter le enviaron un correo electrónico para aclarar: “No puedes promover la violencia, amenazar o acosar a otras personas en base a su raza, etnia, origen nacional, orientación sexual, género, identidad de género, afiliación religiosa, edad, disminución o enfermedad grave”. A lo que Wolf reaccionó diciendo que el tweet “no promovía ninguna de estas cosas”.

“Ya sea que lo sepan o no”, agregó, “cada año, el CBP repele y arresta a miles de miembros de bandas criminales violentas. CBP rescata a niñas que se ven obligadas a participar en el tráfico sexual transfronterizo. CBP intercepta drogas peligrosas y contrabando, incluido el opioide fentanilo suficiente para matar a todos los hombres, mujeres y niños en los Estados Unidos. Su empresa puede optar por ignorar estos hechos, pero no es menos censura cuando elige suprimirlos”.

La fama de censurar es un cambio radical de la imagen más antigua de Twitter, que según uno de sus primeros ejecutivos, era “el ala de la libertad de expresión del partido de la libertad de expresión”.

Pero desde que Dorsey la fundó en 2006, la compañía dijo que tenía que intervenir en la verificación de hechos para tomar medidas drásticas en las políticas de contenido y evitar abusos graves como la manipulación de las elecciones por parte de gobiernos extranjeros.

La aplicación se promociona como “una red social imparcial”.

Parler entra al juego

Los conservadores descontentos, que afirman que fueron atacados y silenciados mientras que los liberales podían tuitear libremente, ahora acuden en masa a Parler, que significa “hablar” en francés. Esta nueva plataforma afirma ser un hogar imparcial para las redes sociales que honra la libertad de expresión. Los políticos conservadores, expertos y otros usuarios la promocionan como una poderosa alternativa a las plataformas tradicionales como Twitter y Facebook.

Parler recibió un impulso considerable el sábado 7 de noviembre, luego de que Associated Press proyectara al demócrata Joe Biden como ganador de la contienda presidencial. El presidente Donald Trump ha disputado los resultados con demandas y sus característicos comentarios belicosos en… bueno, Twitter.

John Matze, uno de los cofundadores de Parler y su actual director ejecutivo, acudió a la plataforma para celebrar cómo duplicó su base de usuarios en solo unos días, convirtiéndola en la principal descarga gratuita en las tiendas Apple y Google Play. Mientras escribo este artículo, ya ha alcanzado los 10 millones de usuarios.

“Todas estas nuevas cuentas brotaron de la nada”, compartió Matze en Parler. “O sea, esperábamos un millón de personas hoy… pero ¿dos? Chicos, ustedes están locos”.

Sin embargo, algunos observadores dicen que si bien Parler es amigable con la libertad de expresión, también se ha convertido en el hogar de usuarios que hacen comentarios de extrema derecha o promueven teorías de conspiración. Otros se quejaron de que algunas publicaciones son antimusulmanas o antisemitas.

Matze declaró recientemente a la agencia de noticias Cheddar que a Parler no le gusta la verificación de hechos, y agregó que las personas son lo suficientemente inteligentes como para hacerlo por sí mismas “sin nuestra mano dura”. En un artículo publicado el año pasado por The Forward, Matze dijo que no estaba al tanto de los comentarios racistas sobre Parler, ni le sorprendía que existieran.

“No fuerces a estas personas a irse a los rincones de Internet donde no se podrá demostrar que están equivocadas”, declaró Matze a The Forward, una revista digital con sede en Manhattan, dirigida a un público judío estadounidense. “Si vas a luchar contra los puntos de vista de estas personas”, agregó, “deben estar al descubierto”.

En el futuro

No es difícil creer que la mayoría de las personas que operan empresas de redes sociales tienden a ser liberales y se oponen al presidente Trump. Muchos están ubicados en Silicon Valley de California, que en su mayoría favoreció a Biden con votos y contribuciones a su campaña electoral.

¿Pero realmente tenían la intención de censurar a los conservadores? ¿Podría ser que las políticas de verificación de datos se implementaron de manera descuidada? Eso es una explicación posible ya que, en el caso de Twitter, no decidió rígidamente mantener las políticas, sino que las ha ido ajustando durante la agitación. El senador Cruz todavía tuitea. También el presidente Trump. Gerard Kassar, presidente del Partido Conservador del Estado de Nueva York, dijo que el partido se ha pasado a Parler y que tiene grandes esperanzas en la plataforma considerando los problemas que el partido tuvo este año con Twitter.

En septiembre, Kassar confesó a The Tablet que Twitter nunca explicó lo que encontró tan objetable en la cuenta de su partido. Pero se disculpó por las molestias. Kassar mostró la nota de Twitter que decía: “Tenemos sistemas que detectan y eliminan varias cuentas automáticas de spam de forma masiva, y la de ustedes fue marcada como spam por error”.

Kassar señaló que Parler también tiene algunos errores que corregir. Cataloga la experiencia actual como “engorrosa”, con demasiadas pulsaciones de teclas necesarias antes de hacer una publicación real.

“Abogo por Parler”, dijo, “pero en estos momentos no es una gran experiencia usarlo. Aun así, tengo esperanzas”.

A pesar de todos los dolores de cabeza, Kassar dijo que no se da por vencido en las redes sociales; lo necesita para llegar a los moderados y “esos neutrales”. “No pretendo hablar con AOC y decirle dónde está equivocada”, dijo Kassar. “Pero, francamente, el movimiento conservador debe poder hablar con la gente. Creemos que hay personas en el medio que en realidad podrían compartir nuestras opiniones y es posible que no lo sepan, por lo que debemos estar en las redes sociales. Si nos escuchan, podríamos encontrar puntos en común. Así es como se cultivan los partidos políticos”.

Echar las redes en las redes sociales

En noviembre de 2014 registramos la historia de la hermana Xiskya Valladares, religiosa nicaragüense radicada en España quien en ese momento era un fenómeno en Twitter por el rápido crecimiento en el número de sus seguidores que en poco tiempo alcanzó los 22 mil, hecho por el que en internet fue conocida como la ‘monja tuitera’.

Actualmente la hermana Xiskya en su cuenta de Twitter ya pasa de los 71 mil seguidores, sin mencionar quienes siguen sus contenidos en Instagram, Facebook y TikTok. Recientemente la prensa internacional destacó la historia de la hermana Josefina Cattaneo, cuya cuenta en TikTok fue creada a finales de julio y actualmente supera los 105 mil seguidores.

La hermana Josefina tiene una voz suave y es cálida en el trato. A sus 25 años, ya con sus votos perpetuos, habla con su marcado acento argentino de las tantas bendiciones que su vocación religiosa le ha dejado y de cómo se las ingenia para que a través de sus videos en TikTok más y más personas en todo el mundo conozcan a ese Jesús del que ella se enamoró a sus 17 años.

“Me di cuenta que ahora más que nunca hay que estar en las redes compartiendo el mensaje de Jesús y anunciándolo a Él, entonces me empecé a preguntar: ¿por qué no estar en TikTok? Entonces empecé a orarle a Jesús a ver qué onda y pedirle que me echara una mano con esto”, cuenta la religiosa, quien es miembro de la Congregación de Hermanas Terciarias Mercedarias del Niño Jesús, con presencia en Chile, Uruguay y Argentina, donde fue fundada en 1887.

“Creo que Jesús me iba mostrando que por acá era […] que como iglesia tenemos que estar donde está la gente y fue así que empecé en esto de TikTok”, asegura la religiosa quien, al tiempo que creó su cuenta en esta novedosa red social, reactivó su presencia en Instagram, plataforma en la que de vez en cuando publicaba fotos con su familia y amigos.

A las dos semanas de abrir su canal en TikTok sus videos se hicieron virales. La cantidad de seguidores de su cuenta crecía como la espuma y la historia de la ‘hermana tiktokera’ empezó a circular por diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales. “Yo la verdad me sorprendí. Jamás pensé que esto podría ser posible y nunca lo hice con ese propósito”, comenta.

Ella eligió esta app porque considera que “es muy para este tiempo en el que hay mucha gente que está triste o pasándola sola y quizá con miedo por lo que genera esta situación que estamos viviendo —la pandemia— y la aplicación tiene características tan dinámicas, creativas y divertidas que te hacen morir de la risa”, elementos que ha sabido aprovechar para compartir el mensaje de Jesús.

La hermana Josefina ha visto que sus seguidores en TikTok son niños, jóvenes y adultos. “Hay un poco de todo”, dice mientras asegura que eso le complace porque “Jesús vino para todos. Él no vino para las monjas y los curas nada más, sino para todos porque quiere estar en la vida de todos”.

Como ocurre frecuentemente en las redes sociales, los llamados ‘haters’ no se han hecho esperar y de vez en cuando lanzan comentarios fuera de lugar, pero eso a ella no le quita el sueño.

La hermana Josefina publica sus videos en la cantidad y medida que sus responsabilidades le permiten y a la hora de hacerlo prefiere ser espontánea y dejar que sea el Señor quien la inspire. “Yo puedo tener una agenda con una planeación digital muy buena, pero quizá no es lo que la gente necesita”.

Ella espera que de alguna forma “la gente le de una posibilidad a Jesús para construir la vida. En este tiempo más que nunca tenemos que replantearnos y no podemos perder toda la vida creyendo que no existe Dios o no dándole una oportunidad cuando Él es el primero que nos quiere libres, plenos y felices. Si no, al menos que se cuestionen sobre quién será ese Jesús que a tantos vuelve locos”.

Twitter censura cita antiaborto de Madre Teresa de Calcuta

WASHINGTON (por Jacob Comello/CNS)—. Ante la multitud en una audiencia del Subcomité de Constitución del Comité Judicial del Senado, el pasado 10 de abril, el senador Ted Cruz (R-Texas), mostró un cartel con un tweet de una cita de Santa Teresa de Calcuta: “El aborto es una manera de feminicidio. Tres cuartas partes de sus víctimas son mujeres: la mitad de los bebés y todas las madres”.

Junto a la cita aparecía una foto de la santa, fundadora de la orden de las Misioneras de la Caridad, sonriendo.

Luego Cruz, quien es presidente del subcomité, le preguntó al testigo experto Carlos Monje del equipo de políticas públicas de Twitter una pregunta simple: “¿Es este discurso de odio?” La imagen en cuestión fue publicado en Twitter el 8 de marzo por Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony List. Esta organización nacional pro-vida tenía la intención de publicarlo como un anuncio promocional, pero Twitter se aseguró de que nunca viera la luz al eliminarlo de inmediato de su plataforma.

¿El motivo de la prohibición? La imagen supuestamente violaba la “política de servicios y productos farmacéuticos y de salud” de Twitter.

Los detalles sobre esa regulación en el sitio web de Twitter son vagos, enumeran las entidades a las que se aplican esas restricciones de un país a otro y solo brindan explicaciones rápidas de por qué las restricciones son necesarias, por ejemplo, indicando que “a menos que aparezca listado a continuación, se prohibe la promoción de productos y servicios farmacéuticos y de salud”.

Un argumento bastante cuestionable para censurar una cita de Santa Teresa de Calcuta.

Igual de ambigua y cantinflesca fue la respuesta de Monje a la pregunta de Cruz. Después de un breve silencio, dijo: “Creo que (ese tweet) fue publicado en la cuenta de Susan B. Anthony List, que es actualmente una cliente de buena reputación en nuestra plataforma”.

Cruz lo interrumpió, tratando de reenfocar la conversación: “Eres muy bueno evadiendo las respuestas, pero la pregunta es: ¿es este un discurso de odio?”

A lo que Monje ripostó que “cada tweet tiene un contexto… Puedo decirles que hemos penalizado cuentas en ambos extremos de este debate, incluidos los tweets de grupos pro-aborto que acusan a todos los que son pro-vida de misóginos”.

Este fue uno de los muchos intercambios tensos durante la audiencia, que fue solicitada por el subcomité para evaluar el papel que podrían desempeñar las grandes empresas de tecnología en las conversaciones coercitivas que se producen en sus plataformas, hasta incluir la censura de ciertos puntos de vista.

Cruz, que estaba preocupado por el bloqueo de las perspectivas conservadoras y pro-vida en las redes sociales, emitió una declaración de apertura feroz, donde denunció “la capacidad de un puñado de empresas de tecnología gigantes para decidir si un orador en particular no debe llegar a su audiencia, haciendo que sus palabras se desvanezcan en el éter”.

Cruz, quien es abogado graduado de Harvard, ofreció tres soluciones potenciales legales contra la censura de las “gran tecnología”: una enmienda a la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones (Communications Decency Act), que según aseguró “proporciona una inmunidad especial a las grandes empresas tecnológicas que nadie más disfruta”; aplicar las leyes antimonopolio contra las empresas tecnológicas por monopolizar el discurso ideológico en línea; acusarlas de fraude por presentarse falsamente ante los clientes como foros públicos neutrales.

Cuando la senadora Mazie Hirono, demócrata por Hawái, una de las miembro de mayor rango en el subcomité, tuvo su turno, desdeñó las preocupaciones de Cruz como meras teorías de conspiración.

“Hay muchas áreas en las que el Senado debería estar supervisando la industria de la tecnología… pero las acusaciones infundadas de prejuicios anti-conservadores no son una de ellas”, dijo Hirono.

Llegando incluso a afirmar que las teorías de conspiración y la retórica de odio que según ella aún propagan los grupos de extrema derecha en muchas redes sociales es un ejemplo de la necesidad de restricciones más estrictas del contenido que se publica en Internet.

Incluso culpó a los conservadores en general por difundir falsedades sobre el tiroteo en la escuela de Sandy Hook, Connecticut, argumentando que si los conservadores quieren un tratamiento más favorable de las compañías de medios “no deberían usar sus plataformas para hostigar y difundir mentiras sobre un padre que perdió su hija de la manera más trágica posible”.

Hirono se refería a Robbie Parker, quien perdió a su hija en el tiroteo y estuvo en la audiencia ese día como testigo. Él sigue siendo blanco de líderes ultraderechistas que afirman que la masacre nunca sucedió, sino que fue escenificada.

Susan B. Anthony List afirma haber sido víctima muchas veces de la discriminación de Twitter, especialmente durante las elecciones intermedias de 2018, cuando muchos de sus respaldos públicos a los candidatos pro-vida fueron censurados por Twitter y aceptados poco después, a veces solo después de que la organización hubiera apelado la decisión.

Otras reacciones al retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París

EL SENADOR DE CONNECTICUT, Chris Murphy, escribió en Twitter un mensaje para el mundo entero. “Querido planeta, lo sentimos. Por favor, aguanta tres años y medio y lo arreglaremos. Lo prometemos”.

Foto: Catholic News Service
Foto: Catholic News Service

El presidente Trump se aisló de la inmensa mayoría de los países que luchan por proteger el planeta. Su decisión de abandonar el Acuerdo de París causó un revuelo mundial y un sentimiento de decepción que remeció a los cinco continentes.

Poco después del discurso de Trump, en un comunicado conjunto, Alemania, Francia e Italia señalaron que el Acuerdo de París no puede ser renegociado.

“El Acuerdo de París es una piedra angular de la cooperación entre países” aseguraba un comunicado colectivo del presidente francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni enviado a Trump horas después de su anuncio de salida del convenio. El arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo y canciller de la Pontificia Academia de Ciencias y de Ciencias Sociales del Vaticano, dijo ante la prensa en Roma que la decisión de Trump “es un desastre, un gran mal y es irracional porque va en contra de lo que dice la ciencia”. Sostuvo además que “han prevalecido seguramente los que le han dado dinero, que son algunas compañías de petróleo”.

Ahora que Washington se retiró del acuerdo, China y la Unión Europa se reafirmaron como abanderadas de la lucha contra el cambio climático, según reportes de la agencia de noticias Reuters.

“Intensificamos nuestra cooperación sobre el cambio climático con China, una lucha que continuará con o sin Estados Unidos, aseguró ante los medios de prensa mundiales el presidente del Consejo Europeo, Donald Trusk, acompañado del primer ministro chino Li Keqiang, durante una cumbre celebrada en Bruselas el mes pasado.

China es hoy por hoy el primer emisor de gases contaminantes, seguido por Estados Unidos. La retirada de Washington podría provocar en el peor de los escenarios, una subida de .3 grados Celsius en el planeta para el 2100, si ninguna ciudad o empresa estadounidense compensa de alguna manera la medida de Trump, según datos de la Organización Meteorológica Mundial en su portal de internet.

India, que figura como el tercer país emisor de gases contaminantes a nivel mundial, se sumó a las críticas contra Trump señalando que “nuestro sigue comprometido, sea cual sea la posición de los demás”, según declaraciones del ministro indio del Medio Ambiente, Harsh Vadhan.

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, publicó en su cuenta de Twitter que su país “exige el cumplimiento del Acuerdo de París como compromiso con el futuro de nuestra especie”.

“Ratifico nuestra voluntad inquebrantable en la acción mundial contra cambio climático”, señaló el costarricense.

Hasta el presidente ruso, Vladimir Putin dijo que consideraba que el Acuerdo de París era un “buen tratado” y señaló que Trump no debió haberlo abandonado, que se pudiesen “haber modificado las obligaciones” de Estados Unidos sin tener que salir de la alianza. En palabras de la canciller alemana Angela Merkel: “A todos aquellos para quienes el futuro de nuestro planeta es importante, les digo que sigamos por este camino por el bien de nuestra madre Tierra”.