El día que vi a Thalys Peterson en una de las plataformas de la estación Grand Central, interpretaba la melodía de ‘Garota de Ipanema’ en su guitarra y tenía frente a él una caja con CD’s a la venta y una bolsa de regalo con dos palabras escritas con marcador: Thank You y Obrigado.
Como todos los inmigrantes, Thalys también tiene una historia que contar. La suya comenzó hace 43 años en Jesuítas, un pequeño municipio brasileño del estado de Paraná.
Al cumplir 30 años tenía un trabajo cómodo y bien remunerado en una institución financiera en Curitiba, y los fines de semana tocaba como solista o con algunas bandas locales de blues en lugares populares de la ciudad como John Bull y Hermes Bar.
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Pero en algún punto decidió dejar de lado toda esa estabilidad y emprender el camino en busca de su felicidad. Fue así que en 2007 llegó a la Gran Manzana con el firme propósito de prepararse en una academia de música.
A su llegada se encontró con que para sobrevivir en una ciudad tan costosa como esta, debía trabajar largas y extenuantes jornadas de hasta 18 horas.
Peterson narra algunos detalles de sus inicios en un documental llamado The Eight Million Audience, una producción que muestra la realidad del inmenso talento artístico que encuentra en el sistema de metro de la Capital del Mundo, un escenario con inmenso potencial.
“Cuando llegué aquí como inmigrante el inicio fue bien difícil. El primer año fue complicado y tenía que tomar el trabajo que apareciera. Trabajé en construcción, en carpintería, fui pintor, hacía mandados, todo bien pesado y bien difícil”, aseguró Peterson.
“Yo realmente quería estudiar música y vine aquí con el objetivo de estudiar jazz en una escuela de música y aunque no lo he logrado aún, no sé cuándo ni cómo, pero lo conseguiré”, asegura en su testimonio que hace parte de este documental grabado en 2016 y que fue estrenado en 2018.
Desde 2009 Thalys Peterson forma parte del programa Music Under New York de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) y deleita a los miles de viajeros del metro con ritmos brasileños como Bossa- Nova, Samba, Brazilian Jazz y Choro.
Además de sus ‘toques’ en el metro, Thalys se presenta regularmente en bares y restaurantes o en eventos sociales y corporativos que contratan sus servicios.
Ha participado en festivales musicales y eventos en plazas públicas y en diferentes parques de la ciudad como Times Square y Bryant Park.
Su talento y música instrumental, que han sobrepasado fronteras y lo han llevado a países como Japón, han sido elogiados por muchos de sus seguidores en plataformas como YouTube, donde ha sido reseñado por diferentes usuarios del metro que han grabado parte de sus rutinas musicales y las han compartido en esta red social.
Thalys tiene una experiencia de más de dos décadas y un don innato en sus manos que le permite llevar a su público de un ambiente elegante a uno casual y divertido sin que uno lo note.