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El coronavirus desploma la economía de Latinoamérica

El panorama financiero global va de picada y los expertos en economía aseguran que, como mínimo, se prevé una recesión tan aguda que muchos países no podrán reponerse sin ayuda financiera internacional. “El impacto económico es y será grave, pero cuanto antes se logre frenar el virus, más rápida y vigorosa será la recuperación”, dijo en un comunicado Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Georgieva puntualiza que los inversionistas dejaron en la calle a la economía mundial al retirar más de 83 mil millones de dólares de los mercados emergentes, la mayor salida de capital jamás registrada. Los más desprotegidos son los países de bajo ingreso que, agobiados por su deuda, quedarán a la merced de los dictámenes del Banco Mundial.

“Los costos humanos de la pandemia de coronavirus ya son inconmensurables y todos los países necesitan trabajar juntos para proteger a sus ciudadanos y limitar el daño económico. Este es un momento de solidaridad”, advirtió Georgieva durante una reunión ministerial de emergencia de los países del G-20 el mes pasado.

Las proyecciones son sombrías. América del Sur se enfrentará a una caída del ingreso por exportación, debido a la estrepitosa baja en los precios de las materias primas y la reducción de exportaciones a China, Europa y Estados Unidos, que figuran como importantes socios comerciales.

La caída al vacío de los precios del petróleo golpeará con especial fuerza a los países exportadores a la vez que las medidas de aislamiento y contención del COVID-19 adoptadas en la mayoría de las naciones latinoamericanas reducirán la actividad económica en los sectores de servicio y manufactura durante el próximo trimestre por lo menos, hasta que se logre controlar la pandemia.

En América Central y México, el estancamiento de la economía estadounidense repercutirá en el comercio internacional, el desplome de ingresos por flujo turístico y las remesas. La caída de la demanda mundial también afectará las principales exportaciones de productos agrícolas como café, azúcar, plátano, así como los transportes comerciales a través del canal de Panamá. Asimismo, el aumento en brotes locales del virus desacelerará la actividad económica en el próximo trimestre y agravará las condiciones empresariales de por sí inciertas, especialmente en México.

En el Caribe, la disminución del turismo a raíz de las restricciones de viajes y la disminución en las exportaciones de materias primas provocará un fuerte impacto en las islas. En proyecciones financieras, la economía de América Latina y el Caribe se contraerá en un 5.2% este año, un descenso más profundo que el de la economía mundial, que caerá un 3%, según las previsiones presentadas por el FMI.

EL FMI asegura que ya están creando avenidas de respaldo financiero para los países más pobres. “Incrementaremos de forma masiva el financiamiento de emergencia, del que ya hemos recibido solicitudes de casi 80 países, y estamos trabajando en estrecha colaboración con las otras instituciones financieras internacionales para brindar una sólida respuesta coordinada”, aseguró Georgieva.

Asimismo, la agencia de calificación crediticia Fitch reveló que, por primera vez, colocó a siete países latinoamericanos en posición negativa a raíz de los efectos del COVID-19. En la lista están Chile, Colombia, Uruguay, Panamá, Aruba, Costa Rica y Bolivia. “Esta crisis es de una escala sin precedentes, así que no nos sorprendería acabar viendo más rebajas en las calificaciones”, advirtió en un comunicado la directora de Calificaciones de Deuda para Latinoamérica de Fitch, Shelly Shetty.