Tras casi un mes de presión popular y masivas protestas que exigen su salida del gobierno, el presidente de Nicaragua Daniel Ortega dio su brazo a torcer para permitir que una delegación de la Comisión interamericana de Derechos Humanos revise la situación de violencia que atraviesa el país centroamericano desde el pasado 18 de abril, según reportes la agencia EFE.
La comisión internacional tendrá la misión de esclarecer lo ocurrido desde abril en el país, cuando decenas de miles de nicaragüenses protestaron por la imposición de una reforma a la seguridad social por parte de Ortega.
Tal como se vio en las redes sociales, la respuesta del gobierno fue una ola de brutalidad policial que hasta la fecha se contabiliza en una cifra de por lo 53 muertos, a pesar de los llamados de la Iglesia a cesar la represión como requerimiento para iniciar un diálogo nacional.
Este pasado fin de semana, los nicaragüenses respondieron a la ola de violencia gubernamental con una manifestación masiva en todo el país, que incluyó una caravana de solidaridad de 27 kilómetros desde la capital Managua hasta la ahora ciudad sitiada de Masaya.
El Papa Francisco ya había manifestado su preocupación por los enfrentamientos violentos instando a todas las partes involucradas en el conflicto a cesar “toda violencia, para que se evite un inútil derramamiento de sangre y que las cuestiones abiertas sean resueltas pacíficamente y con sentido de responsabilidad”.
De esta manera, el Papa unió su voz a los pastores nicaragüenses que llevan casi un mes denunciando una represión de parte de las fuerzas de seguridad sobre todo contra jóvenes, principales artífices de las protestas, según la prensa local.
El profundo descontento social se inició desde que el gobierno anunció el mes pasado la reforma del sistema público de pensiones, reduciendo las prestaciones y aumentando las aportaciones de los trabajadores en activo.
Aunque desde ese entonces, el gobierno sandinista de Ortega dio marcha atrás a las propuestas, las manifestaciones e incidentes no se han detenido.