Cine de valores

Nomadland

Empire, Nevada, se convirtió en un pueblo fantasma en 2011, tras el cierre definitivo de la fábrica de sheetrock que le dio vida durante 88 años.

A partir de este hecho real, la realizadora Chloé Zhao, estadounidense nacida en Pekín, teje este docudrama, parte real, parte ficción, con solo unos pocos actores profesionales y muchas personas reales que “actúan” sus vidas ante la cámara.

La protagonista —ficticia— de Nomadland es Fern, quien había enviudado después de trabajar durante muchos años en la fábrica con su esposo, y abandona el lugar para vivir en su furgoneta, mientras recorre el país en busca de trabajos estacionales: empaquetar mercancías en un centro de distribución de Amazon a finales de año, limpieza y labores menores en paradores y centros turísticos de tercera en el verano, jornalera en un centro de acopio de remolacha en la etapa de la cosecha.

Frances McDormand protagoniza una escena de la película Nomadland. (CNS/Searchlight Pictures)

Su nuevo modo de vida itinerante la inserta en la comunidad de personas, la mayoría de ellas solas, muchas de mediana edad o mayores, a las que despidos, viudeces, desahucios o transiciones similares han empujado a vivir en la carretera. Se reúnen anualmente para compartir experiencias y se ayudan entre sí.

Tienen más libertad, pero al precio de abandonar comodidades básicas y asumir una condición de precariedad, sobre todo ante la enfermedad o la rotura de sus vehículos.

Zhao no quiere indagar sobre los aspectos económicos, sociales o políticos de este fenómeno, sino que prefiere atender a su vis humana: son estadounidenses pobres, aunque no viven en la miseria y luchan por llevar una vida digna.

Aprenden las mañas que les permitirán desenvolverse en sus hogares rodantes, viviendo con un mínimo de posesiones. Mientras recorren el país saltando de un trabajo a otro, desarrollan una relación más íntima y vital con la naturaleza que los rodea, al tiempo que lidian con sus recuerdos y su soledad.

La espontánea intervención final de Bob Wells, una especie de patriarca y asesor de esta comunidad, es particularmente conmovedora. La fuerza del relato debe mucho al inteligente guion de Zhao y la serena, pero poderosa actuación de McDormand.

La notable fotografía de Joshua James Richards resalta la majestuosa belleza de las enormes planicies desérticas y sus deslumbrantes atardeceres y amaneceres.

Desde su premiere en septiembre en el Festival de Venecia, donde se alzó con el León de Oro, Nomadland ha sido la película más aclamada por la crítica.

Después de ganar los Globos de Oro a la mejor película dramática y la mejor dirección cinematográfica es, al momento de redactarse esta reseña, una sólida candidata a seis premios de la Academia: mejor película, guion, dirección y edición —todos a cargo de Chloé Zhao—, actuación femenina y fotografía.

El sitio agregador Rotten Tomatoes consigna un 94% de aprobación por la crítica y 80% por el público. Está disponible en la plataforma de streaming Hulu. Una excelente película, profundamente humana.

Nomadland / Estados Unidos / 2020 / Color, 108 minutos / Dirección: Chloé Zhao / Intérpretes: Frances McDormand, David Strathairn, Linda May, Swankie, Bob Wells, Derek Enders.

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Gustavo Andújar es Expresidente de SIGNIS, Asociación Católica Mundial para la Comunicación. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter.