Del 9 al 18 de julio, 40 peregrinos viajaron a Tierra Santa junto a Mons. Perfecto Vázquez, director espiritual del Movimiento de Cursillistas de la Diócesis de Brooklyn.
El grupo visitó lugares tan emblemáticos para la Iglesia Católica como la Iglesia del Santo Sepulcro, el Monte de los Olivos, el Jardín de Getsemaní, el Mar de Galilea, el Mar Muerto y Belén, entre otros.
“Fue una experiencia muy bonita y la gente estuvo muy contenta […] podemos decir que estábamos las naciones unidas porque había gente de muchos países pero la mayoría hispanos”, comentó Mons. Perfecto Vázquez.
Esta es la tercera peregrinación de Mons. Vázquez a Tierra Santa y dentro de los viajeros había personas de Filipinas, Colombia, Ecuador, República Dominicana, Inglaterra y España.
Muchos peregrinos viajaron por primera vez. Este fue el caso de Lourdes García, quien viajó junto a su esposo Wilberto García, estudiante de diaconado. “Todo fue maravilloso. Seguir las huellas de Jesús; bautizarnos en el río Jordán, esa fue otra gran experiencia; tomar la barca en el mar de Galilea me emocionó mucho; cruzar a Palestina y ver donde nació Jesús en Belén y conocer el lugar donde fue crucificado, fue algo inolvidable”, nos cuenta.
Este es un peregrinaje que todos los católicos queremos hacer, para adentrarnos en las raíces de nuestra religión y conocer los lugares que hemos leído en las Sagradas Escrituras.
Ivelisse Concepción también viajó por primera vez a Tierra Santa. “Realmente no pensé que ese viaje me iba a tocar tanto, pero incluso cambió mi manera de pensar, porque cuando rezo el Rosario me pasan por la mente todos los lugares que visitamos; por ejemplo, Belén, el lugar de nacimiento de Jesús, el Santo Sepulcro, el Monte de los Olivos, el río Jordán, la iglesia de Caná. Es una experiencia que me emociona de solo recordarla”.
Los peregrinos celebraron misa en Belén; en Nazaret; en el Monte de las Bienaventuranzas; en el Santo Sepulcro; en Betania. En el grupo de 40 personas viajaron entre otros el padre Diego Dimeo de República Dominicana; la hermana Margaret Onwu de Nigeria, quien trabaja en la parroquia Santo Domingo en Bensonhurst en Brooklyn; Consuelo Méndez y su esposo el diácono Rubén Méndez, quien sirve en la parroquia Nuestra Señora del Monte Carmelo donde además forma parte del grupo de Cursillos de Cristiandad; así como Lourdes García y su esposo Wilberto García, quienes viven en Maryland y él espera ordenarse como diácono el próximo año.
“En Caná de Galilea algunas parejas renovaron sus votos matrimoniales y en el Rio Jordán renovamos las promesas bautismales”, nos dice Mons. Vázquez.
Los peregrinos contaron con un guía católico que les explicaba la importancia de cada uno de los lugares y su historia en inglés y español.
“El día que visitamos el Santo Sepulcro alguien dijo ‘con solo lo que hemos visto hoy valía la pena el viaje y esta peregrinación’”, finaliza monseñor Vázquez.