Nuestra Voz visitó uno de los asentamientos fronterizos en Texas donde se establecen algunos de los emigrantes que llegan al país.

Nuestra Voz fue testigo de primera mano del proceso de deportación de emigrantes en la frontera México-estadounidese.

“No hay trabajo. Estoy embarazada. Tenía que hacer algo para alimentar a mi hija”, dijo una inmigrante. Aquí otros testimonios.

Según el obispo, el primer paso es enfocarse en la “crisis” que obliga a la gente a irse de sus países.

Nuestra Voz viajó a la frontera para descubrir de primera mano el impacto en esa área del flujo migratorio.