ROMA — El papa Francisco dio inicio a su propia semana Laudato Si’ el domingo 15 de mayo, cerrando un año entero dedicado a la encíclica del 2015 sobre el medio ambiente, la primera dedicada íntegramente a ese tema, y su dramática llamada a escuchar “el grito de la Tierra y el grito de los pobres”.
Aunque el documento tuvo una gran reacción global, es poco probable que alguien esté más entusiasmado con las perspectivas para esta semana que el compatriota argentino del pontífice, el padre Augusto Zampini.
“La parte más importante de la Semana Laudato Si’ es que cierra el año del quinto aniversario, con eventos que no pudimos hacer debido a la pandemia”, dijo. “Se nos ocurrió la idea del año Laudato Si’ con la ayuda del Papa. Nos dijo, ‘Aprovéchalo’, y haz todo el año de Laudato Si’, que termina con esta semana que creo que vamos a repetir todos los años’”.
El padre Zampini es secretario adjunto en el Dicasterio del Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y el funcionario responsable de esta celebración de esta semana, que se extiende del 16 al 25 de mayo, y cerrará con lo que Zampini definió como “lo más importante”: el anuncio de un plan de acción de siete años inspirado en la encíclica en el que incluso está involucrado el presidente de la cumbre del clima COP21 de Naciones Unidas, que se celebrará a finales de este año en Glasgow, Escocia.
“Lanzaremos el ‘plan de acción Laudato Si’, que son siete años jubilares de acción concreta”, reveló el padre Zampini. La esperanza, dijo, es que se cree “un movimiento masivo de familias, parroquias, escuelas y universidades, centros de salud y hospitales, empresas y gobiernos. La idea es que todos se comprometan con las siete resoluciones de Laudato Si’, que son fáciles. Y con cada paso, obtienes un crédito, un premio Laudato Si’”.
Se prevé que el plan de acción se ejecute en paralelo a los últimos siete años de la década de acción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que, entre otras cosas, apuntan a acabar con el hambre en el mundo para el 2030. Sin embargo, los siete objetivos se “basan en tres aspectos” mucho más simples que los 17 objetivos mundiales interconectados de las Naciones Unidas, diseñados para lograr un futuro mejor y más sostenible.
Sin revelar los siete objetivos en su totalidad —puesto que el lanzamiento formal se llevará a cabo el 25 de mayo—, el padre Zampini dijo que están “fundamentados en tres cosas: uso de energía, desperdicio y agua. La idea es que el plan se lleve a cabo en comunidad. Sigues ciertos pasos, pero los sigues con tu familia, en tu escuela, en tu parroquia, así fomentas el cambio entre los que te rodean, incluso modificando la forma de vacacionar”.
“La idea es convertirlo en algo masivo y nuestro plan es presentarlo a la COP 21 en Glasgow”, dijo el sacerdote. “Tenemos millones de personas en todo el mundo que se han comprometido a cambiar su vida, a cambiar su negocio, su universidad. De la forma en que lo vemos, incluso antes de anunciar completamente el plan de acción, sabemos que no hay vuelta atrás”.
El padre Zampini, que como miembro de liderazgo del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano está acostumbrado a hablar tanto con líderes mundiales en el Foro Económico Mundial de Davos como con movimientos de base , reconoció que el plan que está siendo presentado por la Iglesia Católica es “extremadamente ambicioso”, aunque destacando que el proyecto ya cuenta con más de 100 socios, cada uno de los cuales aporta su propia red global, quienes están comprometidos a realizar pequeños cambios en la forma de comportarse y hacer negocios, que con el tiempo remodelarán el mundo.
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El padre Zampini, quien antes de trabajar en el Vaticano obtuvo una maestría en desarrollo internacional de la Universidad de Bath, un doctorado en teología de la Universidad Roehampton de Londres y un postdoctorado en Cambridge, ha sido miembro de la comisión COVID-19 del Papa Francisco desde que esta fue instituida el año pasado.
“Pensamos que sería un proyecto de un año, porque en ese entonces asumimos que el COVID no duraría más de un año”, dijo por teléfono. “Desde el principio nuestra idea fue cerrar el año de la comisión Laudato Si’ con el lanzamiento del plan de acción. Evidentemente, el COVID todavía nos sigue afectando, pero estamos lanzando el plan de todos modos, con la esperanza de que también podamos implementar todas las cosas que hemos aprendido de la pandemia”.
La comisión ya ha sido presentada a Alok Sharma, quien encabezará la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas en Glasgow del 1 al 12 de noviembre, o COP21. Según el padre Zampini, estaba muy interesado en el proyecto y pidió tener una copia del material que dará a conocer el Vaticano al presentarlo.
“Es muy importante poder decirle al mundo que estamos lanzando acciones ambiciosas que responden al pedido del papa Francisco de soñar en grande”, dijo. “Nos dijo que nuestro papel era cambiar la economía actual y cambiar las estructuras. No quería pequeñas cosas. Entonces, optamos por lo espectacular “.
Como parte del plan de acción, el dicasterio presentará la Plataforma de Acción Laudato Si’ el 25 de mayo, antes de su lanzamiento completo el 4 de octubre. La plataforma está destinada a ayudar a aquellos que quieran aumentar su compromiso de dar vida a Laudato Si’ prometiendo un conjunto de acciones durante un período de siete años.