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El V Encuentro: un hito para toda la Iglesia

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GRAPEVINE, Texas—. En los 18 años transcurridos desde el último Encuentro, la comunidad hispana católica en los EEUU ha experimentado cambios notables. Para empezar, el 60 por ciento de los católicos hispanos de hoy nació en el país, y el inglés es por tanto el primer idioma de una porción mucho mayor de la comunidad latina.

“La realidad hispana es multigeneracional”, explicó Mons. Michael Olson, obispo de Forth Worth, Texas, la diócesis anfitriona de V Encuentro, a The Tablet. “Digo esto con inquietud como el obispo de una diócesis donde el 55 por ciento de un millón de católicos son hispanos. Hay un porcentaje cada vez mayor que es predominantemente de habla inglesa. Entonces, el problema no es predominantemente sobre el lenguaje y ni siquiera es predominantemente sobre la cultura. Se trata de la familia y se trata de la Iglesia”.

Integrarse sin desarraigarse

Este es el nuevo desafío para la Iglesia en los EEUU y para los propios católicos hispanos. Tener sacerdotes hispanohablantes, misas en español y publicaciones sigue siendo esencial para dar la bienvenida a los inmigrantes recientes. ¿Pero cuáles son los efectos de mantenerlos separados de la comunidad anglófona que los rodea? ¿Y cómo pueden sus hijos de habla inglesa integrarse a la Iglesia en general sin perder sus raíces?

Conversamos con Mari Fernández, del Movimiento Cursillos de Cristiandad, en el #VEncuentro

Posted by Nuestra Voz on Saturday, September 22, 2018

Hoy en día los inmigrantes tardan más en integrarse a sus comunidades de acogida. Mientras que sus hijos, por el contrario, aprenden el idioma y las costumbres de la nueva cultura, lo cual muchas veces significa alejarse de la Iglesia, perdiendo así su fe católica. Por eso tanto la Iglesia como las familias hispanas todavía están tratando de encontrar formas de integrar a esta segunda generación cuyo idioma primordial es el inglés a la comunidad.

“Necesitamos ser flexibles”, nos dice Mari Fernández, delegada de Brooklyn al V Encuentro. “Mis hijos hablan ambos idiomas pero se sienten más cómodos en inglés. Entonces, cuando los invito a ir a la misa, es a una misa en inglés. Puede que vaya a una misa en español más tarde, pero creo que es importante animarlos a participar en la misa”.

La mayoría de las veces, los católicos que solo hablan español permanecen aislados en su pequeño círculo en la parroquia. Y esa es una de las razones clave por las que apenas están representados entre los líderes de la comunidad católica a nivel local y nacional.

“Uno de los problemas que históricamente nos ha afectado es el idioma”, dice Mons. José Gómez, arzobispo de Los Ángeles. “Si las personas no hablan la misma lengua, la comunicación se convierte en un problema, pero ahora nuestros jóvenes hablan inglés como primer idioma, y esa es la realidad que se nos avecina”, dijo el arzobispo en una conferencia de prensa con los medios durante el Encuentro.

No tienen una presencia significativa

“Los latinos no tienen una presencia significativa entre los líderes parroquiales, diocesanos o en la Conferencia Episcopal”, agregó. “Creo que es muy importante que cada vez más latinos asuman posiciones de liderazgo en la Iglesia, y no solo en el ámbito ‘administrativo’, sino en la vida de la Iglesia”.

Cuando se le preguntó sobre la importancia de hablar un idioma común en la Iglesia, dijo: “Es realmente esencial para el futuro de la Iglesia en los Estados Unidos. Se supone que debemos unirnos. Tenemos culturas diferentes, distintas tradiciones familiares, pero creo que como Iglesia debemos unirnos y ser uno”.

Por supuesto, para lograr ese objetivo hay que pagar un precio. La integración de un rebaño tan diverso en una sola comunidad implica sacrificios de todos los grupos étnicos o lingüísticos de la Iglesia Católica en América. Y aún existe resistencia a hablar sobre algunos de los sacrificios que requiere el proceso.

“Cada uno de nosotros es parte del problema, porque la unidad requiere conversión”, dijo el Obispo Olson. “Tenemos que estar dispuestos a sufrir algunas molestias y a ser moldeados por el bien de la unidad. Por un lado, aquellos que hablan inglés deben estar dispuestos a escuchar a otro grupo; pero eso también significa que la comunidad hispanohablante debe tener la disposición para renunciar a algunas cosas que tanto aprecia”.

Al enfocarse en los desafíos reales que enfrenta su comunidad, los latinos a veces permanecen ajenos a las otras comunidades de la Iglesia Católica en América. Es una mentalidad que debe cambiar para lograr la plena participación en la Iglesia general. Según el arzobispo Gómez, “los latinos [deberían] abrirse a la realidad de otras comunidades: la comunidad anglosajona, la comunidad afroamericana, filipina, vietnamita. Los latinos necesitamos desarrollar mejores comunicaciones con todas estas comunidades”, dijo. “Y de cierto modo podría ser fácil, porque los jóvenes ya viven de esa manera”.

Durante su conferencia de prensa en el V Encuentro, el Arzobispo Gómez incluso sugirió cambiar la palabra “Encuentro” en las cruces que enviarán a las parroquias. “Usar la palabra Encuentro, para muchas personas significa que es solo para hispanos. Espero que podamos encontrar otra palabra que invite a todas las personas a venir porque es una experiencia hermosa”.

Un cambio de mentalidad

A veces, los latinos ven su falta de acceso a posiciones de liderazgo como resultado de la arraigada injusticia de las estructuras establecidas en la sociedad y en la Iglesia. Esta mentalidad tiende a hacer que las personas se centren más en las demandas y las reivindicaciones que en los planes específicos para resolver los problemas por sí mismos.

En este Encuentro Nacional, los delegados a menudo hablaron sobre el reconocimiento que merecen los latinos y los roles que se les deben otorgar en base a sus números significativos. También se han pedido “presupuestos más adecuados” para los ministerios hispanos.

Esas demandas válidas a veces parecen estar basadas en la idea de que otros tienen el poder y la responsabilidad de resolver los problemas que afectan a la comunidad latina. Pero entre los líderes de la comunidad hispana está surgiendo otra visión.

Para ellos, los latinos no son espectadores pasivos que deben esperar a que otros les den lo que merecen, sino protagonistas activos capaces de proponer ideas e implementar soluciones no solo para la comunidad hispana sino también para la Iglesia en general. Es una visión menos complaciente de su realidad, que incluye no solo lo que los latinos merecen sino lo que la comunidad debe hacer para alcanzarlo.

En una entrevista durante el Encuentro, la hermana Norma Pimentel, directora de Caridades Católicas en la Diócesis de Brownsville, Texas, dice: “Creo que ha llegado el momento, debemos ayudar y debemos reconocer nuestra responsabilidad de tomar medidas. Ahora, como pueblo de Dios, debemos hablar y actuar y no solo sentarnos en los bancos y dejar que otros lo hagan. No podemos solo quejarnos, debemos tomar medidas y decir ‘Tengo voz y debo usarla para hablar’. Tengo muchas esperanzas de que el Encuentro nos ayude a responsabilizarnos con eso”.

La hermana Norma Pimentel, directora de Cáritas Regional del Valle del Río Grande se ha convertido en ángel de las familias de inmigrantes centroamericanos que llegan a EEUU huyendo de la violencia. (Joaquín Badajoz/Nuestra Voz)

La hermana Norma habla por experiencia propia. Ella ha sido la fuerza impulsora detrás de los esfuerzos que Catholic Charities ha emprendido en su diócesis fronteriza para ayudar a los inmigrantes indocumentados detenidos por ICE en McAllen. Su programa ha ganado reconocimiento nacional y ha ayudado a definir la visión de la Iglesia Católica en los Estados Unidos sobre la actual crisis fronteriza.

Lección para toda la Iglesia

En una entrevista con The Tablet, Mons. Daniel Flores, obispo de Brownsville, señaló cómo la experiencia de la comunidad hispana con la migración podría ser una lección para toda la Iglesia Católica en los Estados Unidos.

Rueda de prensa con Mons. Daniel Flores, obispo de Brownsville, Texas

Rueda de prensa con el obispo Daniel Flores, de Brownsville, Texas, durante el #VEncuentro de la Pastoral Hispana/Latina en Estados Unidos, en Grapevine, Texas

Posted by Nuestra Voz on Friday, September 21, 2018

“Tenemos ideas para proponer, experiencias para proponer […] porque la migración también es una realidad dentro del país, no solo de otro país”. La gente se mueve y llevan sus experiencias a las parroquias a las que van. Hay muchas ideas sobre cómo hacer catequesis, cómo acompañar a las personas en situaciones problemáticas, sobre cómo mantener unidas a las familias. Una de las cosas que tenemos como regalo para toda la Iglesia es cómo nuestras familias sienten la necesidad de estar conectadas”, dijo.

Cuando se le preguntó acerca de la esencia de este Encuentro Nacional, el obispo dijo: “Se trata de toda la misión de la Iglesia y no de una comunidad u otra. Este encuentro está fortaleciendo nuestras raíces para que podamos serles de utilidad a todos los demás”.