Este helado además de ser instantáneo y de no necesitar máquina, solo tiene el azúcar natural de los ingredientes.
Puede usar dulce de leche con azúcar si lo deseas. Incluso, puede añadir dulce de leche hecho cocinando una lata de leche condensada cocinada al baño María y no quedará extremadamente dulce tampoco.
Las bananas que usé para este helado eran bastante grandes y fui contando las cucharadas de leche evaporada que iba echando en el procesador de alimentos. Como no todas las bananas son iguales, le recomiendo que no añada toda la leche evaporada de un tirón.
Si quiere usar crema batida en vez de leche evaporada, también se vale para esta receta. En ambos casos le recomiendo que estén frías, pues hacen más cremoso este helado.
Como verá, este helado lo puede hacer tan rápido que hasta podría servirlo recién hecho, un día de esos que ni pensaba comer postre y de pronto se le antojó algo.
A mí una vez que las bananas tienen un par de pinticas negras, ya no me gustan así solitas. Las lavo y las guardo con cáscara y todo en un Ziploc y luego las uso en helados o smoothies. Es fácil pelarlas congeladas. Pero si prefiere pelarlas y guardarlas ya picaditas y todo… ¡perfecto!
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Ingredientes (da para 8 raciones)
2 bananas congeladas
9 cdas de leche evaporada bien fría
6 cdas de dulce de leche (yo usé sin azúcar añadida)
3 cdas de nueces picaditas
Preparación
Pele las bananas y córtelas en rueditas de 2 o 3 cm. Colóquelas en el procesador y añada unas 6 o 7 cucharadas de leche evaporada. Triture y si ve que hace falta más leche para que termine de triturarse y mezclarse bien con la fruta, vaya añadiendo una a una hasta que quede cremoso y los ingredientes estén totalmente incorporados.
Coloque la mitad de la esta mezcla en un molde loaf pan mediano y distribuya en medio 3 cucharadas de dulce de leche. Esparza un poco el dulce de leche con una espátula, sin llegar a los bordes y hundiéndolo un poco con la espátula. Espolvoree la mitad de las nueces.
Agregue la otra mitad del helado y vuelva a repetir la misma operación con el resto del dulce de leche y las nueces.
Puede servirse así mismo si lo desea o guardar en el congelador, tapado con papel aluminio y consumir en los siguientes días. En este caso, saque el molde del congelador unos 5 minutos antes de servir para que se suavice un poco y sea más fácil introducir la cuchara bolera de helados.
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Verónica Cervera es blogger y autora de los libros ‘La cocina cubana de Vero’ y ‘La cocina cotidiana de Vero’. Puedes seguirla en Instagram y Twitter. No te pierdas sus nuevas recetas en La cocina de Vero.
