Declaración de la USCCB sobre laicización de Theodore McCarrick
Decaración del Cardenal Daniel N. DiNardo, Arzobispo de Galveston-Houston y Presidente de la USCCB, sobre la laicización del excardenal McCarrick.
Decaración del Cardenal Daniel N. DiNardo, Arzobispo de Galveston-Houston y Presidente de la USCCB, sobre la laicización del excardenal McCarrick.
Mons. Anthony J. Figueiredo, quien fuera secretario del cardenal McCarrick publicó extractos de su correspondencia sobre las restricciones del expurpurado.
En una medida histórica, el Vaticano anunció el sábado que el Papa Francisco aprobó la remoción del ex cardenal Theodore McCarrick del estado clerical.
Seis meses después de que destapara el escándalo de abuso sexual del excardenal Theodore McCarrick, se ha filtrado que el Vaticano investiga un tercer caso.
El Vaticano anunció el martes por la noche que una delegación de la USCCB presidida por el cardinal DiNardo se reuniría este jueves 13 de septiembre con el Papa para discutir los pormenores del escándalo en torno al excardenal McCarrick.
Lo más decorazonador de esta saga de abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica es que seguirá empeorando antes de que se encuentre una solución.
La mayoría de los rumores sobre el cardenal se referían a mayores de edad, pero lo que provocó su caída fue una acusación creíble de abuso sexual contra un menor.
El Papa Francisco ha aceptado la renuncia de Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, DC, al Colegio Cardenalicio, tras numerosas acusaciones de abusos sexuales de menores y acoso sexual a seminaristas.
El cardenal Theodore E. McCarrick, arzobispo emérito de Washington, enfrenta una denuncia “creíble” de que abusó sexualmente de un adolescente hace 47 años.
El objetivo es proporcionar una cultura y entorno de formación en los seminarios religiosos libres de conducta sexual inapropiada.
Hasta ahora no se conoce ningún proceso canónico para deshacer una ordenación válidamente conferida.
El papa Francisco aceptó la renuncia inmediata del obispo de Buffalo dos meses después de que Mons. Nicholas Dimarzio condujera una visitación apostólica.
El arzobispo Wilton Gregory celebra su instalación en la sede episcopal de Washington D.C. en histórica y simbólica ceremonia.
El Papa Francisco promulgó una nueva ley que obliga a todos los clérigos y miembros de órdenes religiosas del mundo a reportar casos de abuso clerical.
Arquidiócesis de Nueva York publica lista de sacerdotes y diáconos acusados de abuso sexual. La relación incluye dos obispos auxiliares y un cardenal.
El papa llama a los obispos estadounidenses a una “conversión pastoral’ para cambiar el status quo que permitió consolidarse a la cultura del abuso sexual.
El Papa Francisco emplazó a perpetradores de abuso sexual clerical: “conviértanse y entréguense a la justicia humana y prepárense para la justicia divina”.
Cuando se trata de abordar la crisis de abuso que enfrenta la Iglesia, nadie conoce mejor al Papa Francisco que el cardenal Sean O’Malley.
El cardenal Marc Ouellet, uno de los purpurados criticados en la última misiva del exnuncio Carlo Maria Viganò, publica una carta aclarando lo ocurrido.
El cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, admitió que antes de “dar lecciones sobre familia y amor”, la Iglesia debe resolver el escándalo de abuso sexual clerical que se cierne cada vez más sobre sus líderes.
Una mirada a los recientes discursos públicos del Papa Francisco revela que, si bien guarda silencio sobre los recientes escándalos, podría tener mucho que decir.
En una declaración publicada en Roma, el arzobispo italiano Carlo Maria Viganò, exnuncio papal en EE.UU., acusa al papa Francisco y le pide que renuncie.
¿Por qué acciones deben rendir cuenta los altos jerarcas de la Iglesia? John Allen lo analiza a partir de las revelaciones sobre el cardenal Angelo Sodano.
La inmundicia es desmoralizadora. La Iglesia necesita una reforma, y el poder del clero deber ser controlado. Sin embargo, las iconoclastas demandas de transparencia y rendición de cuentas pueden conducir a un nuevo “despojo de los altares”. Como nos recuerda a menudo el papa Francisco, la Iglesia no es una ONG.
Este verano nos ha traído un rosario de escándalos y noticias devastadoras sobre abusos sexuales de sacerdotes y obispos, y las no menos
devastadoras evidencias de los esfuerzos por silenciar a las víctimas.
Monseñor Barres, de 56 años tomó posesión como obispo de la Diócesis de Rockville Centre.
El arzobispo Salvatore J. Cordileone emite un enérgico comunicado tras declaraciones de la presidenta de la Cámara de Representantes.
La Congregación para la Doctrina de la Fe ha instado a obispos a proceder con cautela en la formulación de una política nacional.
Mons. Frank J. Caggiano calificó el abuso sexual por parte de clérigos como “crimen y pecado” en un reciente mensaje de video publicado en YouTube.
Obispos estadounidenses dicen que “el escándalo de abuso hiere a la iglesia”, en su encuentro privado con el papa Francisco.
Obispos de tres países publicaron cartas apoyando al papa Francisco a fines de agosto tras las denuncias hechas por un ex nuncio apostólico ante los Estados Unidos, acusando al papa y a otros de saber sobre acusaciones de abuso que involucraban al arzobispo Theodore E. McCarrick.
El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) dijo que buscaba una audiencia con el papa Francisco para obtener su apoyo para un plan que los obispos han formulado para responder a la crisis de abuso sexual por sacerdotes.
Mons. Edward B. Scharfenberger, obispo de Albany, propone que líderes laicos comprometidos dirijan una comisión que investigue a la jerarquía católica frente a los rumores y acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales.